ASAJA: la nueva PAC no se adapta a la realidad del campo

SPC
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A los requisitos impuestos por la UE se suman condicionantes nacionales «que supondrían un atentado contra el sistema productivo»

ASAJA: la nueva PAC no se adapta a la realidad del campo - Foto: Alberto Rodrigo

ASAJA ha asegurado que «si no cambia el rumbo» que han tomado las negociaciones para la aplicación de la reforma de la Política Agraria Común (PAC) en España, los agricultores y ganaderos profesionales tendrán requisitos y condicionantes incompatibles con el sistema productivo. La organización agraria ha reaccionado de este modo después de conocer las declaraciones y conclusiones obtenidas de la reunión celebrada la pasada semana entre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y los consejeros autonómicos de Agricultura, que supuso el punto de partida para la elaboración del Plan Estratégico de la PAC para España.

Según ASAJA, a los componentes verdes y requisitos medioambientales impuestos por la Unión Europea «se pueden sumar ahora nuevos condicionantes derivados de la política nacional, lo que supondría un atentado contra el propio sistema productivo español. Además, este modelo va en contra de las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, que prevé un impacto negativo en la producción y suministro de alimentos».

Por ello, ha pedido que los grupos de trabajo de alto nivel que se encargarán del diseño de las diferentes medidas del Plan Estratégico de la PAC se «centren más en la realidad del sector productor, en la mayoría de los casos muy alejada de la visión que se tiene desde los despachos». Para lo cual ve «imprescindible» que las organizaciones profesionales agrarias estén presentes en las negociaciones.

Por otro lado, la organización ha solicitado que se defina cuanto antes la dotación presupuestaria, de manera que se puedan configurar las medidas en función de la dotación que se designará para cada una de ellas. En este sentido, ha lamentado que el cumplimiento de los requisitos medioambientales supondrá un coste añadido y, en muchos casos, restará productividad a las explotaciones.