El Arzobispado abre el 1 de julio sus edificios turísticos

C.M. / Toledo
-

Anastasio Gómez Hidalgo, ecónomo Diocesano, adelantó a este periódico que los monumentos englobados en la 'Pulsera Turística de Toledo abrirán de nuevo sus puertas el primer día de julio

El Arzobispado abre el 1 de julio sus edificios turísticos - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

El avance la ansiada desescalada ha propiciado que en estos últimos días el Arzobispado hayan estado organizando la reapertura de los edificios turísticos de su propiedad. Por ello, y puesto que en cada inmueble se deben establecer las preceptivas medidas de seguridad e higiene dictadas por Sanidad, el responsable económico de la institución avanzó a este periódico que el «próximo día 1 de julio» arrancan la reapertura de los espacios integrados en la ‘Pulsera Turística de Toledo’.

Es decir, el primer día del próximo mes volverán a abrir sus puertas el Real Colegio de Doncellas Nobles; la Iglesia de San Ildefonso ‘Jesuitas’; la antigua Mezquita del Cristo de la Luz; la Iglesia de Santo Tomé; la Iglesia del Salvador; San Juan de los Reyes; y la antigua Sinagoga de Santa María la Blanca.

Monumentos que permanecen cerrados a la visita cultural desde el pasado 14 de marzo conforme a la instrucción de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, sobre la aplicación de las medidas adoptadas por causa del brote del virus Covid-19.

La decisión tomada desde el Arzobispado de comenzar el camino hacia la tan famosa nueva normalidad denota que a partir de esa fecha se iniciará la llegada de visitantes y, con ella, la reactivación de un sector que en estos tres meses ha estado paralizado.

No en vano, el levantamiento de anclas anunciado por el ecónomo de la institución alude a que los touroperadores también van a ponerse en marcha, ya que aunque esta herramienta turística puede adquirirse de manera individual, lo cierto es que es muy utilizada por las compañías que vienen a la ciudad con grandes grupos.

Es de esperar, aunque los detalles se concretará públicamente la próxima semana, que se establezcan unos protocolos de seguridad y protección relativos tanto a las medidas higiénicas como al control de aforos y al mantenimiento de las distancia físicas.

desde 2010. La pulsera turística es un ejercicio de marketing que el Arzobispado de Toledo lleva gestionando desde octubre de 2010 y que permite que los turistas pueden visitar los espacios religiosos citados todas las veces que quieran por diez euros.

 Esta iniciativa ha destacado en la ciudad por sus buenos resultados que, por ejemplo, tuvo  en el recordado Año Greco. En total, durante 2014 se vendieron 59.600 pulseras, a casi 5.000 por mes, lo que sumado en todos los espacios arrojó un número que ascendió a los dos millones, lo que supuso un 28% más que en 2013. Y es que, en ese año la Iglesia de Santo Tomé recibió 783.000 visitas, lo que convirtió al templo, con la obra maestra del Greco, en uno de los diez monumentos más visitados de España.  Santa María la Blanca registró 385.000, San Juan de los Reyes 328.000, los Jesuitas pasó de 100.000 por primera vez y el Cristo de la Luz ha pasado el umbral de las 150.000 visitas. La Iglesia del Salvador aglutinó casi 60.000 y fue el monumento más favorecido por la pulsera. Todo este movimiento, recordó en su día Gómez, está contribuyendo al mantenimiento de un importante número de puestos de trabajo.