La Universidad de Castilla-La Mancha ha iniciado recientemente etapa con la elección del nuevo rector, Julián Garde, y usted como nueva decana de la Facultad de Ciencias Sociales de Talavera, ¿cómo afronta este nuevo período?

Con respeto, porque es un cargo con responsabilidad. Yo había sido anteriormente vicedecana de Estudiantes, e inicialmente fui decana en funciones cuando el anterior decano, Santiago Gutiérrez Broncano, fue nombrado vicerrector en el campus de Talavera. Eso es muy buena noticia porque Talavera se puso en el mapa. Después he sido ratificada por las urnas. Para mí es un gran reto porque además estamos en pleno proceso de cambio de la Facultad de Ciencias Sociales,  con nuevas intenciones, nuevos grados y estudios, que son los que vamos a tener que afrontar.

¿Cuántos años lleva en la UCLM en Talavera  y cómo ha cambiado la institución desde entonces?

Yo llegué en el año 99 a la facultad. Recuerdo compartir sala de ordenadores porque no teníamos ordenadores ni siquiera los profesores en los despachos, y teníamos una sala para todos. Tecnológicamente, un  cambio radical. Ahora somos dos facultades con una cantidad de estudiantes importante, hemos cambiado a muchísimo mejor, en cuanto a número de estudiantes,  posibilidades, recursos...

Termina un curso complicado por la pandemia, ¿cómo ha impactado el Covid en la educación universitaria en la ciudad?

Lo hemos afrontado de la forma más interesante posible para los estudiantes, de una forma que no les afectara en los estudios. Hemos intentado mantener la presencialidad, casi al 100 por cien. En el primer cuatrimestre tuvimos algunos grupos en bimodal, porque manteniendo distancias de seguridad no podíamos tener a todo el grupo en la clase y teníamos que tener a algunos en casa, pero en el segundo cuatrimestre ya hemos conseguido que casi todo el grupo nos haya podido seguir en presencial dentro de la Facultad. También tenemos unas aulas en el edificio inteligente, y eso nos ha facilitado mucho para el Grado de Informática.

Los estudiantes apenas han percibido el problema de la pandemia. Este curso la facultad estaba muy preparada para asumir la docencia con distancia, ventilación, hemos equipado aulas que no tenían ventanas con filtros EPA para garantizar la salud... El rector dijo que lo más importante era la salud de estudiantes y profesores... ha sido bastante eficaz la resolución de la Universidad con la pandemia.

Por otro lado, la respuesta por parte del estudiantado ha sido ejemplar, no hemos tenido quejas ni problemas de incumplimientos de normativa. También del profesorado, por supuesto, que se ha adaptado a las nuevas circunstancias.

Ha sido un año satisfactorio pero entiendo que al principio de curso no se veía tan fácil...

Al principio de curso fue todo novedoso, todo difícil de inicio porque todos los equipos de las aulas tenían que emitir clase en bimodal, lo que exigía que tuviéramos equipos que dieran respuesta, que pudiéramos estar dando clase a los presentes y que esa clase se estuviera retransmitiendo en  las casas de los alumnos. Esta adaptación tecnológica supuso unos 15-20 días y sabíamos que esas dificultades tenían que existir.

Pero en tres semanas ya estábamos todos adaptadísimos al bimodal. No obstante la universidad ya estaba bastante preparada.

Además del Covid este año han convivido con las obras de ampliación de las instalaciones universitarias.

Ha sido un hándicap, porque el Covid nos obligaba a tener las ventanas abiertas y entraban los ruidos de las obras, pero tenían que avanzar. Hay un compromiso del rector de que las obras estarán en septiembre, que empezaremos con aulas nuevas, despachos, cafetería nueva... lo hemos tenido que sufrir pero no había otra forma.

Esto traerá nuevos espacios y ayudará al histórico debate de la falta de espacio y la falta de identidad de las dos facultades. ¿Pasa también en Ciencias Sociales?

Sí, claro. La falta de espacio es el gran problema que tiene Talavera. Hemos crecido, empezó pequeño hace 22 años, cuando el Gobierno regional decide llevarse una facultad de inicio pero nunca pensó que íbamos a crecer como estamos creciendo. Los datos de alumnos están ahí, y cómo crece cada año y llegan nuevos grados con nuevos estudiantes.

Ahora nos hemos quedado constreñidos entre  un  campo de fútbol que no nos deja crecer y un río enfrente, estamos agobiados, sin apenas respiración. Este  edificio nuevo algo nos salva, pero no resuelve y el vicerrector nuevo lo tiene como tarea.  

Talavera necesita otros espacios para crecer porque realmente no tenemos espacio físico. Ese problema lo tiene Salud y lo tiene Sociales, que está falto de laboratorios. Parte se va a resolver con este nuevo edificio pero sigue siendo necesario un espacio mayor.  

¿La separación de las dos facultades sería una posible solución?

Sí, por supuesto. Si de pronto esta facultad de Ciencias Sociales o Salud tiene otro espacio sería nuestra solución, pero tenemos que tener el otro espacio para que la otra facultad se establezca. Sí, es una solución, pero necesitamos los terrenos para crecer y ahora mismo no los tenemos. La solución es más espacio, una facultad u otra tendrá que moverse.

Esta falta de espacio limitará mucho los nuevos estudios, grados...

De momento nosotros seguimos trabajando. Nuestro objetivo es ese. Hemos tenido junta de facultad y en cuestión de un curso vamos a lanzar el doble grado ADE-Informática. Ya tenemos el grupo de trabajo para la creación de este nuevo grado,  que además va a ser bastante novedoso, con una especialización que no tenemos en otras facultades. Informática se está implementando ahora en Talavera y es nuestro momento.  

Además, tenemos idea de un máster oficial. No vamos a parar en nuestra labor, nuestro objetivo sigue siendo dar a los estudiantes una formación integral, y uno de los hándicaps que tiene Talavera es que los estudiantes terminan sus grados pero no tienen másteres oficiales para seguir aquí. Tenemos un título propio de Marketing muy exitoso, que va a volver a renovarse, pero necesitamos  más postgrados.

Pero si hay un objetivo en la presente etapa universitaria es la conversión de Talavera en campus universitario, ¿lo ve factible?

Sí, ese es el macro reto, el que requiere un poco más de trayectoria. El  rector Julián Garde se comprometió desde que llegó a Talavera que íbamos a ser campus. Ha empezado poniendo las bases, que es nombrando un vicerrector en Talavera, que tiene uno de los objetivos en la creación del campus, no ser dependiente del de Toledo. A efectos de burocracia y funcionamiento necesitamos ser ya un campus, tenemos entidad para ello.

Es un reto que conseguiremos pero tenemos que darnos un poco más de margen, no es algo que podamos conseguir en un corto plazo pero sí en un medio plazo.

¿Qué supondrá esto para la ciudad de Talavera?

Para la ciudad será lo mismo que han supuesto las dos facultades, un revulsivo. Que esté la universidad le da una visibilidad y una capacidad de crear empleo que no la hubiera tenido sin las dos facultades. Ser campus significa que vamos a seguir creciendo. La creación de un campus dentro de la una ciudad implica tener otras competencias más amplias de las que tenemos ahora, más empleo y más estudiantes que a su vez mueven la economía por otro lado. Siempre es bueno para la ciudad el que la Universidad crezca y que nos independicemos.