Doce años han pasado desde que vio la luz la Nocturna de Toledo. Rápidamente, la carrera fue experimentando un crecimiento impresionante en todos los sentidos. Incrementó su participación, sus posibilidades y su ambiente. Siempre con el Casco sin luz del día como argumento.

En aquella primera edición de 2008, tomaron la salida apenas 300 corredores. Nada que ver con los 4.000 que se lanzaron por los adoquines mojados de la ciudad el año pasado. Los organizadores siempre han querido darle un dinamismo a la prueba y, por eso, se han ido variando las distancias y los recorridos, con el objetivo de ofrecer rincones nuevos.

La salida tampoco se ha mantenido estática. Las primeras se situaron en la plaza del Ayuntamiento, pero luego se montaron también en la Puerta Bisagra, el puente de Azarquiel e, incluso, la plaza de Zocodover. Lugar éste que ha secudido a todos como el más atrayente como meta, en el corazón del Casco.

Doce años de Nocturna: de Gómez Peña a ElbissisTambién se han tenido detalles con atletas toledanos, a los que ha dedicado la carrera. Teresa Escobar, Fernando Fernández Gaitán o Juan Sánchez tuvieron como precursor a Julio Rey, homenajeado en la primera edición, cuando anunció su retirada. El recordman español de maratón es uno de los tres olímpicos que han participado alguna vez, junto con Vanessa Veiga, vencedora en dos ocasiones, y Martín Fiz, presente el año pasado.

Tampoco han faltado guiños al CD Toledo, por su 90 aniversario, al año Greco o al centenario de la Escuela Central de Educación Física. Siempre con la vocación solidaria de ayudar a la Fundación Niemann Pick. De hecho, parte de la recaudación de la presente edición irá destinada al Banco de Alimentos de Cáritas.

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