El cerrojazo a la actividad económica debido al estado de alarma por la pandemia supuso un mazado para las empresas y sus empleados hasta el punto de que solo tres de cada 10 españoles, en concreto el 29,6% del total de la población nacional, trabajaron durante el segundo trimestre del año, mientras que el 70,4% restante dependía directa e indirectamente de las rentas generadas por los que estaban en activo, tal y como se refleja en un estudio realizado por Asempleo a partir de datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del período analizado.

Para la patronal de las empresas de trabajo temporal, los datos muestran los estragos de la pandemia en un mercado laboral en el que apenas 13,9 millones de personas trabajaron de manera efectiva en un momento en el que 3,4 millones estaban en ERTE.

«Las restricciones a la actividad comercial y el hundimiento del turismo han propiciado la destrucción de millones de puestos de trabajo, si bien la figura de los ERTE  ha permitido a muchos trabajadores permanecer vinculados a su empleador de manera contractual, a pesar de estar recibiendo una prestación pública», explicaron.

Según Asempleo, el descenso de los trabajadores efectivos en España se explica por los ocupados ausentes de su puestos de trabajo y que no han trabajado en la semana de referencia, por el número de ocupados ausentes de su puesto de trabajo habitual por una incapacidad temporal (enfermedad), y por el incremento de inactivos.

En máximos

Respecto a estos inactivos, la patronal señala que el número alcanzó un máximo histórico, ya que en estos momentos hay en España 17,6 millones de personas en edad de trabajar que no están ocupadas ni lo buscan.

Por un lado, se encuentran las personas que no han trabajado nunca (4,3 millones) y, por otro, los  que han trabajado en algún momento del año, que son los que más han crecido. Este colectivo se ha incrementado un 11,5% respecto a 2019, llegando a la cifra récord de 10,8 millones de personas.

Asempleo argumenta que las dificultades para buscar y encontrar un empleo han provocado que, durante el peor trimestre para el mercado laboral español, el desempleo apenas haya aumentado un 4,3%.

El estudio constata que las horas trabajadas se contraen con fuerza, en especial en aquellas regiones más dependientes del turismo. 

De hecho, Canarias y Baleares son las comunidades que figuran entre las regiones con menos ocupados trabajando respecto a su población, con un 24% y un 30% de mayores de 16 años trabajando de manera efectiva, respectivamente, durante el segundo trimestre del año. Por detrás, Andalucía (31%).