Primer punto para el Soliss Talavera

ADG
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El conjunto de Rubén Barrios estrena su casillero tras un empate sin goles en la pista del Unión África Ceutí

Primer punto para el Soliss Talavera - Foto: Unión África Ceutí

Lo infrecuente de un partido de fútbol sala sin goles acompañó en Ceuta el primer punto del Soliss Talavera dentro de la actual temporada (0-0). Especial mérito tuvieron los porteros Dani Cabezón e Iker López, que conservaron sus metas a cero y contribuyeron al reparto final de puntos. El encuentro tuvo un mismo patrón, el del conjunto ceutí tratando de llevar la iniciativa en el juego, mientras que el equipo cerámico esperó en media pista un presumible error de su oponente para buscar la meta con velocidad de crucero. El despliegue ofensivo de los primeros minutos no hizo pensar en un 0-0 final, puesto que Dani Cabezón se empleó a fondo para sacar sendos remates de Pepe y Kike, mientras que el propio Pepe tuvo que salvar bajo los palos un disparo de We Casas tras una magnífica jugada de éste en la que se fue de todos, incluido el portero, y falló en la definición. Más clara aún la tuvo el local Sufian tras una triangulación comandada por Everton, en la que el pívot ceutí disparó por encima del larguero con todo a favor. El África Ceutí se encontró cómodo con la posesión y al Talavera no le importó mandarla fuera para no meterse en aprietos. Eso sí, alguna vez intentó cambiar las instrucciones, y eso le costó la bronca del técnico a Anass y a Manu Cebrián, ya que sendas pérdidas en zona comprometida casi costaron el gol. Los locales fueron cargándose de faltas y de tarjetas poco a poco. Hubo leve mejoría del Talavera superado el ecuador del primer período, disponiendo Asensio de la más clara para los suyos con una doble ocasión desbaratada por Dani Cabezón. Repitieron los protagonistas a los 14 minutos al verse frente a frente en un diez metros tras una doble falta de los de Santi Valladares y, de nuevo, el portero local ganó la partida al cierre. La oportunidad de oro se perdió para el Talavera, siendo ésta su última llegada reseñable dentro del primer acto. Antes del descanso, sí tuvo más opciones claras, dos, el cuadro ceutí. La primera fue de Galán, al que se le hizo de noche frente a Iker después de aprovecharse de un resbalón de Asensio y, posteriormente, fue Manu Orellana el que probó fortuna al segundo palo y se encontró con una providencial mano del guardameta. En el segundo acto, la tónica transcurrió idéntica a la de la primera parte, si bien el cansancio fue haciendo más mella, al igual que el conformismo de los entrenadores, que, poco a poco, empezaron a ver que quizá un punto podría ser un buen botín. Aun así, aunque menos, llegadas hubo, pero en casi todos los casos fueron por pérdidas. Precisamente en una de éstas, un resbalón de Anuar en la salida de balón dejó a Pepe solo ante Dani Cabezón y su disparo se estrelló violentamente en la madera. El África Ceutí despertó ante tal susto, pero el palo también salvó al Soliss Talavera y, además, por dos veces ante sendos remates de We Casas y Saúl. Los árbitros le perdonaron al local Saúl la segunda cartulina amarilla tras una falta a Pepe que, por otra parte, tampoco llegaron a señalar. El propio Pepe volvió a acercarse al marco de Dani Cabezón con un potente disparo en el que el portero, tirando de reflejos, neutralizó el remate. Una oportunidad de gol se fraguó de portería a portería, ya que Dani Cabezón, desde su marco, buscó a Iker, y el arquero del equipo talaverano salvó el 1-0 desde el suelo y con muchos apuros antes de que Pepe mandara la bola fuera por si las moscas. Apuraron sus ataques los pupilos entrenados por el gallego Santi Valladares, los del África Ceutí, mientras que el conjunto entrenado por Rubén Barrios tuvo en Iker un auténtico seguro de vida ante remates de We Casas y Everton. Ni un técnico ni otro apostaron por portero-jugador para buscar el triunfo a la desesperada aunque sí lo valoraron en un tiempo muerto solicitado por el técnico visitante en el último minuto. De esta manera, se consumió el encuentro del Guillermo Molina y se produjo el reparto de puntos sin perforarse ninguna de las dos porterías, algo realmente inusual en fútbol sala.