La alcaldesa de Turleque, Pilar Martín, ha tildado de «situación crítica y caótica» los hechos derivados de la falta de suministro de electricidad que ha asolado a la localidad desde el viernes hasta las últimas horas de la tarde del domingo. Por mañana se había podido restablecer la llegada de agua potable las viviendas. Sin embargo, los hogares de Turleque han seguido careciendo de luz hasta minutos antes de las 21.00 horas, cuando finalmente se ha podido restablecer el suministro. «Hoy he conseguido que me llame un cargo de Unión Fenosa», indicó la regidora por la mañana, cuando aún no había luz. La compañía eléctrica responsable en este muncipio, que había ofreció como soluciones temporales la de los generadores o los grupos electrógenos, se personó finalmente en el pueblo de la Mancha toledana en la tarde del domingo. Cuatro cuadrillas han estado trabajando para resolver la avería.

Horas antes, una oriunda de la localidad que reside en Toledo había emitido un mensaje en vídeo en el que solicitaba, con carácter de urgencia, el restablecimiento del servicio de luz en su municipio. Desde el viernes hasta la noche del domingo, los más de 700 vecinos de la localidad no han tenido suministro eléctrico en sus hogares. Unión Fenosa no contestaba a los llamamientos de sus abonados ni tampoco, hasta esta mañana, al que se le estaba haciendo desde el Ayuntamiento. «Turleque necesita ayuda», proclamaba el vídeo. «Por favor, que Unión Fenosa responda al pueblo de Turleque».

La protagonista del audiovisual lamentó la falta de atención de esta empresa con sus clientes. La cobertura de red móvil no alcanzaba el municipio desde el inicio del temporal y el servicio telefónico por líneas fijas se habia caído en las últimas horas. Según se explicaba en el vídeo, Turleque «es un pueblo de personas mayores» que se están viendo privados de un acto «tan básico como ir al servicio». La falta de corriente eléctrica, además, ha comprometido la salud de muchos de ellos. «Tienen que derretir el agua de la nieve para poder alimentarse y beber un poco». Además, «hay gente mayor que necesita oxígeno, mi padre es uno de ellos, y se les está acabando el sumistro», dijo la mujer implorando «ayuda ya».

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Las calefacciones no han funcionado en dos de los días más gélidos en años. Pero Turleque ha pedido auxilio y finalmente ha encontrado la solución.