La concejalía de Política Medioambiental Sostenible ha iniciado ya la replantación de árboles en el presente año, dentro delPlan Municipal de Arbolado, que supondrá unas 25 nuevas especies de árboles en Talavera y sus EATIMs. La alcaldesa, Tita García Élez, ha visitado hoy el parque de La Alameda, una de las zonas en las que se trabaja para renovar los árboles dañados así como una nueva repoblación en el ‘pulmón verde’ de la ciudad después de la pérdida de masa arbórea.

Durante el mes de noviembre y el presente de diciembre se llevarán a cabo las tareas de replantación, meses indicados por ser «técnicamente más pertinentes», para que las especies no sufran los cambios de tiempo. Este plan incluye 315 nuevos árboles, más de 1.000 arbustos y 37.200 flores de temporada este año. El año pasado se plantaron otros 400.

García Élez indicó que se trata de un plan «ambicioso» y muy necesario después de que, en los últimos meses, se conociera la caída de muchos de ellos, normalmente enfermos. Además de esto, se actuará en zonas con falta de árboles, así como en otras solicitadas expresamente por asociaciones de vecinos, como en la piscina municipal del barrio de Santa María o la zona que rodea a la iglesia de San Andrés y El Alfar del Carmen, en Puerta de Cuartos.

La repoblación se extenderá a toda la ciudad y a las EATIMs, con 25 especies de árboles autóctonas, por ser más sostenibles, dijo la alcaldesa. Con ello, se pretende sustituir poco a poco las especies menos productivas, como los ‘plataneros’, que además de generar problemas de imagen debido a las hojas que pierden, tienen un alto grado de afectación a personas alérgicas. Asimismo, necesitan más agua y su mantenimiento es más costoso.

El concejal de Política Medioambiental Sostenible, Sergio de la Llave, indicó que el cambio climático también influye en la elección de estas especies, por lo que se buscan árboles «que se adapten mejor al medio ambiente y pensando en la infraestructura que queremos tener y mantener dentro de 20 años». Por eso, las especies indicadas tienen que estar pensadas para largos periodos secos y temperaturas elevadas.

Algunos ejemplos de estos árboles son álamos, olmos o fresnos, aunque también hay especies no autóctonas que se adaptan bien, como el castaño de indias, el celtis australis (o almez) o el arce.