Las playas de Chiclana en Cádiz, son un paraíso para el descanso. Arena dorada, aguas claras y una temperatura agradable en una provincia que cuenta con  260 kilómetros de costa y 138 kilómetros de playas: calas, ensenadas y arenales de varios kilómetros.

Puede que estos, sean los atractivos que Manuel García Dorado viese para pasar allí unos días de asueto junto a su hijo y su esposa a finales de junio.

Un policía evitó un ahogamiento durante sus de vacacionesTodo normal en una mañana de playa, mientras jugaba con su hijo en la arena, cuando se vio sorprendido por un señor que corría alterado hacia el puesto de Cruz Roja «se está ahogando» escuchó este policía nacional talaverano, e inmediatamente, sin pensárselo se dirigió a la orilla, donde tras preguntar a varias personas, pudo ver un señor pasando serios apuros mar adentro.

«No se si por ser policía o simplemente porque yo soy así, pero no me lo pensé y me lancé a rescatar a aquel hombre» relata orgulloso. 

Manuel se lanzó al agua y nadó hacia donde se encontraba el hombre que prácticamente exhausto estaba a punto de abandonar la intención de seguir a flote. 

Una vez alcanzado el náufrago, se produjo la llegada a tierra firme, tras haber Manuel comenzado a remolcar al hombre los primeros metros, lo que le produjo alguna que otra contractura y sobrecargas por el esfuerzo realizado. 

Una vez en la playa, el hombre agradecido mostró su agradecimiento a este miembro del Cuerpo Nacional de Policía con quien casualmente compartía nombre y hotel.

Tras ello, relata Manuel, que tomaron muy buena sintonía con el rescatado, quien incluso les presentó a su familia y a sus nietos, con quien pasaba unos días habiendo viajado desde su Málaga natal hasta este entorno natural famoso por encontrarse en el Parque Natural Bahía de Cádiz.

En una misiva firmada por Manuel C.A., que así se llama el rescatado, relata los momentos tan duros vividos y cómo su vida pasó por su mente y «casi despedí de toda mi familia en mis pensamientos», lo que  da si cabe mayor valor a la actuación de este policía, que aún estando de vacaciones sintió la llamada del servicio.

‘’reincidente’’. Por curioso que pueda parecer no es la primera vez que este agente se encuentra en una tesitura de tener que salvar a alguien en el agua; pues en sus vacaciones de 2014, en la valenciana localidad de Oliva, salvó a una chica de 19 años tras sufrir un infarto. 

En un primer momento, pensó que la chica estaba realizando buceo o snorkel y por eso no sacaba la cabeza del agua, pero al darse cuenta de que no salía decidió entrar al agua. 

Ya en la orilla y tras practicar la maniobra de reanimación cardiopulmonar, la chica salvó la vida; «no me lo pensé, pero soy incapaz de ver algo así y no reaccionar» sentencia.

Por esta actuación, recibió la medalla al mérito policial con distintivo blanco y recibió felicitaciones tanto del Jefe Superior de Policía como del Director General del cuerpo.

Por si fuera poco, este mismo enero, vivió en primera persona el incendio de una sucursal de La Caixa en Talavera, y tras abandonar su piso junto a su familia y estar junto a varios vecinos se dio cuenta que faltaban dos familias.

Volvió a brotar esa faceta de servicio público y protección al ciudadano que hizo que subiera a ayudar a sendas familias. 

«Una familia casi alcanzaba ya el portal, a la otra le quedaba un poco más y logramos que salieran sin complicaciones» relata. El hecho de tener que volver a entrar, cuando ya había salido habiendo inhalado humo, provocó la intoxicación, «no lo hagas, no subas, me dijeron, pero si veo alguna situación así, no puedo quedarme quieto, me hierve la sangre». Tras ello recibió la felicitación del Ayuntamiento de la ciudad por esta actuación cuando se encontraba fuera de servicio; aunque a buen seguro merece un reconocimiento mayor tanto por este suceso ocurrido en enero como por el ocurrido el pasado junio.