Más recogida, pero igual de intensa

M.G
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La Catedral volvió a ser testigo esta tarde de la procesión del Corpus. La Custodia desfiló por las naves del templo acompañada de religiosos, representantes de las cofradías y muchos fieles

Más recogida, pero igual de intensa - Foto: Yolanda Redondo

Las dos cuentan con numerosos fieles. Ambas procesiones acompañan a la Custodia de Arfe con motivo del Corpus Christi y disfrutan de un amplio cortejo, aunque el primero arrastra a mucho más público, se vive y disfruta en plena calle, rodeado de una cuidada decoración, y el segundo invita al recogimiento, a un recorrido más íntimo por las naves de la iglesia, aunque igual de intenso.

Las velas forman parte de la seña de identidad de esta procesión del domingo que se ha iniciado esta tarde tras la adoración al Santísimo, que ha durado alrededor de tres horas, el rezo de las segundas vísperas y la corta intervención del arzobispo, Braulio Rodríguez Plaza, esta vez para hablar «de la presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento, que existe antes que la Custodia de Arfe, antes incluso de que hubiera procesión por el interior de una iglesia doméstica».

La Catedral ha acogido a numeroso público. Unos más madrugadores que otros porque han llegado a primera hora de la tarde, pero ha habido bastantes toledanos, y algún que otro turista que se ha acercado con interés, sobre las 19 horas, para coger una vela con la que seguir la procesión.

Los monaguillos han repartido las velas y las cerillas para que todo el mundo estuviera preparado antes de que la Custodia abandonase el Altar Mayor de la Catedral. La tradición manda que una vela enciende otra vela con lo que los preparativos se realizan con rapidez gracias a este pequeño gesto solidario.

El pertiguero de la Catedral ha encabezado la procesión, como ocurrió también en la del pasado jueves. A continuación, la cruz procesional y detrás numerosos fieles con sus velas, que se funden en este desfile tan significativo que a ratos se asemeja al recogimiento de las procesiones de Semana Santa.

El cortejo continúa con los representantes de las cofradías, hermandades y capítulos, todos ellos detrás del Gremio de los Hortelanos. La Custodia con la Sagrada Forma va bien acompañada por las religiosas, los seminaristas y el clero secular.

Además, como ocurre en la procesión del jueves, una vez que la Custodia pasa le llega el turno a las autoridades políticas, civiles, militares y la Universidad, pero normalmente apenas se reduce a unos cuantos concejales, ya que la mayoría suele acudir a la misa que oficia el arzobispo a mediodía. El ‘Corpus chico’ clausura esta fiesta solemne que volverá a brillar el próximo año.