García Élez no dudó en ofrecer su opinión sobre las reacciones generadas en Murcia y el Levante tras el encuentro de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, con el presidente de Castilla-La Mancha y el resto de agentes implicados en la defensa del Tajo, en las que se ha hablado incluso de «encadenarse» ante la finalización del trasvase al Segura. En este sentido, la alcaldesa talaverana indicó que «si tienen esa reacción, es porque algo se está moviendo».

Así, recordó que los miedos de la parte defensora del Tajo-Segura se presentan tras la pasividad de años anteriores, cuando disfrutaron de una «tranquilidad absoluta», porque «no se defendían los intereses hídricos de Castilla-La Mancha», más bien todo lo contrario.

La alcaldesa ha reiterado que en esta tierra se están pidiendo «soluciones para problemas de salud», mientras en Levante reivindican agua para generar crecimiento y empleo, algo que también se niega aquí; al respecto, ha recordado que entre mayo de 2017 y marzo de 2018 se sufrió una gran sequía que dejó el trasvase sin funcionar porque no había en cabecera esa lámina mínima que permitiera derivar agua en base al Memorándum, mientras que, al contrario, «la región de Murcia incrementó su PIB agrario».

En este sentido, Élez cuestionó el hecho de que los regantes de Murcia y el Levante necesiten el agua para seguir creciendo, asegurando que la respuesta es negativa, como así quedó establecido durante este tipo en el que el trasvase no funcionó.