Último adiós a una mujer luchadora

Lola Morán Fdez.
-

Argimira González, presidenta de Atafes durante 23 años, ha fallecido este 14 de noviembre, tras dedicar su vida a defender a las personas con enfermedad mental

Último adiós a una mujer luchadora - Foto: Manu Reino

Argimira González, alma mater de Atafes durante 23 años, fallecía este sábado a los 82 años tras años defendiendo a las personas con enfermedad mental de Talavera y comarca. Su sucesora en este cargo, María Bonilla, recuerda a La Tribuna que era «una gran luchadora» y una mujer que, en tiempos muy difíciles, fue «la pionera» en poner en marcha en Castilla-La Mancha una asociación para defender los derechos de las personas con enfermedad mental.

Atafes nació de la mano de Argimira González y de su deseo de que su hermano Teodoro tuviera una vida mejor. «Le costó mucho esfuerzo» poner en marcha la asociación, porque era una época en la que «ni había móviles, ni coches, era todo a base de trabajo, trabajo y trabajo». Comenzó con muy pocas personas en una nave en la calle Comuneros de Castilla, para ir creciendo con el paso de los años «con mucho esfuerzo».

Durante más de dos décadas, Argimira González estuvo al frente de Atafes, desde donde ya vivieron con mucha tristeza su marcha al frente del colectivo y ahora, con mucho más pesar, su despedida definitiva tras fallecer el pasado sábado en Talavera tras un tiempo muy delicada de salud.

Fue en 2013 cuando González dejó  en manos de Bonilla esta entidad, para la que no se cansó de reivindicar a todos los responsables de la administración, tanto regional como provincial o local, con tal de conseguir todo lo que precisaban los usuarios y familiares de Atafes.

Como explicó Bonilla, todavía quedan cosas porque «nunca es suficiente», pero a raíz de la labor de González desde Atafes se han conseguido logros como el Centro del que dispone ahora la asociación en la calle Mariano Ortega, cedido por el Ayuntamiento de Talavera tras el traslado del Centro de Salud ‘La Solana’ a las dependencias del actual centro sanitario ‘Río Tajo’.

Es una de las principales conquistas, sumada a la reforma del inmueble para adaptarlo a las necesidades del colectivo y, como recordó Bonilla, «también se luchó mucho por conseguir» porque las instalaciones anteriores no reunían las condiciones suficientes para prestar la atención que precisan sus usuarios. «A ella la encantó, estaba muy contenta de que los usuarios tengan lo que tienen que tener», afirmó Bonilla.

Otra de las ‘peleas’ de González fue para romper con el estigma que padecen las personas con enfermedades mentales así como no paró de reivindicar una Unidad de Media Estancia (UME) de Salud Mental en Talavera. Un recurso que finalmente se ha conseguido precisamente días antes de que Argimira González falleciera. «Tiene que estar muy contenta donde esté y todo el mundo muy orgullosos de ella», confirmó Bonilla.