El próximo 25 de noviembre se celebra el Día Internacional para  la Erradicación de la Violencia a las Mujeres y el Ayuntamiento y el Centro de la Mujer ya tienen el programa que, aunque marcado por la pandemia, buscará igualmente concienciar y sensibilizar sobre una lacra aún demasiado pesada. En lo que va de año, en el Centro de la Mujer ubicado en el Centro Social Castilla-La Mancha, se han gestionado alrededor de 90 expedientes, entre los que se engloba no solo violencia física sino también psicológica, o la que afecta a los menores, víctimas directas o indirectas del maltrato. Igualmente se gestiona la tramitación jurídica en este tipo de casos.

Así lo indicó ayer el abogado y responsable del Centro de la Mujer de Talavera, Javier Cuadrado, quien compareció en rueda de prensa junto a la concejala de Políticas de Igualdad y Perspectiva de Género, Flora Bellón. La edil recordó que esta jornada fue instituida por la ONU con el objeto de denunciar lo que es una realidad a nivel mundial, como es la «violencia que sufren mujeres y niñas por el mero hecho de serlo», enumerando algunas consecuencias de esa desigualdad, como violencia física o psicológica, agresiones sexuales, abuso, trata, mutilaciones genitales, matrimonios infantiles o asesinatos.

Por el momento, indicó Cuadrado, los 90 expedientes son una cifra «similar» a la de otros años, a pesar de que la pandemia y el confinamiento domiciliario de los meses de marzo, abril, mayo y junio haya empeorado la situación de muchas mujeres ante la obligación de convivir obligatoriamente y sin respiro, con sus agresores, impidiendo así la posibilidad de trasladar su problema o de pedir ayuda sin ser oídas.

En este sentido, Cuadrado indicó que pese al problema de no poder atender de forma presencial, han tenido un «aumento impresionante» las llamadas telefónicas, sumando ya alrededor de 500 en lo que va de año. «Es un servicio que no ha dejado de prestarse en ningún momento, de marzo a junio ha sido un constante atención telefónica, y a eso hay que añadir que la mayoría del Centro de la Mujer ha estado teletrabajando».

Por ello, y a pesar de la cuarentena de toda la población en la primera ola del Covid, se han seguido desarrollando los recursos de acogida para quienes lo han necesitado, ayudados siempre por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Así, y «a pesar de las dificultades, ninguna mujer se ha quedado indefensa y desprotegida», añadió.

Es más, Cuadrado asegura que la mayoría de estos expedientes finalizan en denuncia en las dependencias de la Policía Nacional e incluso van un paso más allá, ya que algunas cuentan con una orden de alejamiento o sentencia condenatoria, aunque muchas aún «suaves». Así, explica que en muchos casos estas sentencias finalizan en trabajos para la comunidad, lo que no termina de solucionar el problema.

motivo de violencia. No hay un perfil exacto del maltratador ni un motivo concreto que le lleve a abusar de su pareja o hijos, víctimas directas de la violencia de género ejercida hacia sus madres. Sin embargo, Javier Cuadrado incide en la educación o mejor aún, la falta de ella, como causante de esa desigualdad y la creencia del hombre de sentirse superior y ejercer un poder del que se siente poseedor.

Así, más que los celos, la mala economía, el desempleo o el alcoholismo, que también influyen, «la cultura machista que todavía tenemos» es fundamental para no erradicarla por completo. «Hay unos roles masculinos que imperan, están todavía en la sociedad, es difícil romper con ellos, es cuestión de educación, de invertir en instrumentos que puedan ayudar a paliar esta situación», indica.

En su opinión, las consecuencias de una mala situación «son excusas para poder afrontar esta situación de violencia, mientras que el concepto no cambie y que algunos hombres sigan creyendo que la mujer es un objeto… esto no va a terminar. Hay que invertir mucho en políticas educativas», insistió.

De la misma opinión es la concejala de Políticas de Igualdad y Perspectiva de Género. Flora Bellón cree que son estos estereotipos de género «el enemigo a batir», ideas que se han consolidado a lo largo de siglos y que siguen siendo una realidad en un sistema patriarcal, que es contra el que hay que luchar».

Precisamente en este punto es donde las administraciones están obligadas a poner el foco y ayudar a cambiarlo. Bellón considera que es fundamental romper estos estereotipos desde niños, con actividades esenciales como «la colaboración en casa, que las niñas accedan a profesiones que normalmente han sido protagonizadas por los hombres, o que la mujer tenga cada vez más peso en el mundo público».

La también portavoz del Gobierno municipal apuesta por que «la igualdad de género tiene que estar, más que nunca, en la agenda política de las administraciones», incluso ha indicado que «es un punto que no hay que abandonar, sino implementar», en la medida de lo posible.