El debate sobre las ventajas y desventajas que puede suponer que se suba, o no, el Salario Mínimo Interprofesional, se debe hacer cuanto antes y poniendo toda la información encima de la mesa. Es evidente que un aumento del salario mínimo debe mejorar el poder Adquisitivo de los trabajadores que están cobrando su nómina en esa cuantía. Y son cerca de un millón y medio los trabajadores que están en dicha situación. La propia UE se plantea como se puede implantar un SMI que haga que el Estándar de poder adquisitivo de los ciudadanos de la UE, esté por encima del umbral de la pobreza. Ante este argumento, parece que nadie debería oponerse a que el SMI subiera y, seguro que así seria si el incremento de costes que esto supusiera para cualquier empresa se limitara al aumento de la cantidad líquida que percibiera el trabajador. Pero es que se nos olvida que toda retribución salarial lleva implícito unos costes para la empresa, que no se reflejan en la cuantía liquida que el trabajador percibe. Poca pedagogía se lleva a cabo para explicar la diferencia existente entre el coste total de un puesto de trabajo y el importe líquido que un trabajador cobra. Todo lo que se lleva el Estado, vía aportaciones a la Seguridad Social, tanto de la empresa como del trabajador, así como pagos a cuenta del IRPF del trabajador, por retenciones directas practicadas por la empresa e ingresadas a Hacienda, son costes que deberían explicarse y puede que un mejor tratamiento de las rentas salariales más bajas, con menores costes para el trabajador y para la empresa que le contrata, quizás no tuviera el efecto negativo que se produce cada vez que sube el SMI, con una caída de la contratación, aunque luego esta pueda remontar. Si se quiere mejorar la renta disponible en manos de los ciudadanos, a lo mejor es más eficaz reducir los costes afectos a las rentas salariales y la tributación que las mismas soportan, que no subir los ingresos brutos a percibir. Recuerden que la última subida de Pensiones y del SMI, supuso menos renta líquida para muchos perceptores. Por favor, más pedagogía, más estudios y menos titulares de prensa.