Se agrava el estado de la zona para perros del Tres Culturas

J. Monroy / Toledo
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Desde la entrega de 1.225 firmas, denuncian los propietarios de animales, solo se han colocado dos papeleras viejas. Siguen los mismos problemas, a los que se suman los creados por la lluvia

Se agrava el estado de la zona para perros del Tres Culturas - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

La situación de abandono de la zona para perros del parque de las Tres Culturas era tan grave, denuncian los propietarios de las mascotas, que el pasado mes de mayo desarrollaron una recogida de firmas para solicitar al Ayuntamiento su mejora. Al final, fueron 1.225 los apoyos recopilados, que se entregaron en las Casas Consistoriales el pasado 30 de septiembre.

Es cierto, reconocen los propietarios, que de inmediato se colocaron en la zona dos papeleras, que ya estaban viejas. Pero poco más. Y en todo este tiempo no solo es que continúen los mismos problemas que sufrían las instalaciones, sino que la situación ha empeorado con las últimas lluvias y la falta de atención.

Así lo denuncia Alberto Román, remitente de las firmas el pasado septiembre. Explica que «con las recientes lluvias esta totalmente embarrado, lleno de agujeros y hojas». Todo ello, incide en «una situación poco higiénica para perros y humanos», que se une a los problemas precedentes.

Viejas carencias. Hay que tener en cuenta que, según las ordenanzas municipales, son necesarias 1.400 firmas para que una petición vecinal vaya a votación en el Ayuntamiento. Fueron 1.225 las que la denominada como ‘La Comunidad con Perros de Toledo’ logró reunir en septiembre, y parece que el Ayuntamiento no ha sido benevolente con el número.

El pipicán en sí, denunciaban los propietarios de los perros, tiene problemas de seguridad para animales y personas. No es que quisieran un espacio más lujoso, ni juguetes para las mascotas, sino cuestiones tan básicas. A falta de doble puerta de seguridad, varios animales han escapado al abrir la actual, y algunos han tardado en aparecer. Otros, los más pequeños, se escapan por debajo de la vaya. Y los más grandes, no tienen dificultades para saltarla por arriba. Además carecía de punto de agua y solo tiene una papelera.

Las peticiones del grupo pasaban por la eliminación de la valla de alambre que delimita el terreno, para sustituirla por los materiales adecuados y darles una altura óptima para evitar accidentes. También pedía que se aumente la superficie actual de la zona canina, «ya que es pequeña si se tiene en cuenta el gran número de perros presentes por la zona y que hacen uso de ella». Parecía «fundamental» que se añadiera una doble puerta antiescape, que garantizara al cien por cien la seguridad de todos. Además, las peticiones pasaban por incluir dentro del terreno una fuente para saciar la sed de los perros; ofrecer un mantenimiento continuo del esparcimiento canino por higiene y protección de todos; y apostar por un terreno a favor del medio ambiente y del contacto con la naturaleza (disfrutar de zonas verdes).

Sin respuesta. Sin embargo, la propuesta no ha obtenido la respuesta deseada. No es solo que no se haya debatido en el Pleno, sino que no ha habido más reforma que la instalación de dos papeleras viejas y oxidadas en el entorno. Román reconoce que la concejal responsable, Marta Medina se puso en contacto con él para hablar del asunto. Le  pidió que, por lo menos, se renovara la tierra o la valla. Le explicó la situación antihigiénica. Pero a la postre no había presupuesto, con lo que la cosa se quedó ahí.

Dada la situación, apunta el portavoz de los afectados, hay propietarios que están dejando de llevar a este lugar a sus animales.

 

Medina toma nota, pero hay otras prioridades. La concejal delegada de Parques y Jardines, Marta Medina, ha recogido la demanda de mejora de la zona para perros del parque de las Tres Culturas. Lo tendrá en cuenta, advierte y cuando sea posible se continuará mejorando, porque estamos todavía al inicio de legislatura, «pero ahora mismo hay otras prioridades».

Ya el pasado verano, un conocido adelantó a la recién llegada concejal que se estaban recogiendo firmas para pedir una serie de mejoras en este espacio. Ella ya le avanzó que no había dinero, pero que quizás más adelante. Tomaba nota, pero le explicaba que en las zonas verdes de la ciudad, hoy por hoy, hay otras prioridades, como que los parques estén mejor (para eso va a salir un nuevo pliego), las áreas infantiles (que se mejoren, queden cubiertas y el mantenimiento sea más rápido) y el arbolado. Hoy hay 105 zonas infantiles en la ciudad y hay que irlas mejorando poco a poco. Esta es una prioridad para la edil.

Así que cuando llegó la petición a finales de septiembre, acompañada de 1.225 firmas, Medina volvió a llamar a los peticionarios y les explicó que no quedaba presupuesto, «a mí me gustaría mejorar todo, pero ahora hay otras prioridades». En cualquier caso, comenzó por poner allí de inmediato dos papeleras, «que son recicladas porque las cosas se guardan, que nos cuestan el dinero a todos los contribuyentes, pero para depositar los excrementos creo que son suficientes» y se echó arena en la zona para mejorarla. También está viendo la posibilidad de poner un grifo en el espacio. Por otro lado, recuerda que la concesionaria de parques también trabaja, por ejemplo, cuando saca dos bolsas llenas de excrementos caninos en el parque Lineal del Polígono, como consecuencia de los propietarios irresponsables.

Los firmantes, explica la concejal, no solo quieren una alambrada, sino también una doble puerta, juegos y árboles. Todo ello podría llevar que el área canina del Tres Culturas «esté mejor que el área infantil». En definitiva, solicitaban un espacio canino como el que puede haber en Valparaíso. Pero este, apunta la concejal responsable, pertenece a otros presupuestos y otras partidas «y no tiene nada que ver». Medina quiere huir de las comparativas entre barrios y recuerda que las zonas caninas que hay en la ciudad, incluida esta, las hizo el Gobierno de Milagros Tolón durante la anterior legislatura, antes no había nada.