Un mes después del Corpus. El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, ya ha fijado la fecha en la que celebrará una solemne misa de difuntos por todas las víctimas mortales del coronavirus. Será en la Catedral el próximo sábado 11 de julio a las once de la mañana.

El arzobispo exhorta además a  todos los párrocos que oficien una misa funeral, el día que consideren más adecuado, por los fallecidos durante la pandemia.

Así lo ha comunicado el arzobispo de Toledo en un decreto firmado hoy en el que marca las disposiciones para la transición del Estado de Alarma a la normalidad.

En ese decreto también anuncia que presidirá un funeral por los sacerdotes fallecidos durante la emergencia sanitaria en cada una de sus parroquias.

Además, siguiendo las recomendaciones de la Conferencia Episcopal, Francisco Cerro declara el 26 de julio, festividad de  San Joaquín y Santa Ana, patronos de los ancianos, como ‘Jornada por los afectados por la pandemia’. Ese día se celebrará también una misa en la catedral, en todas las parroquias e iglesias conventuales por el eterno descanso de los difuntos y el «consuelo y esperanza» de los familiares. Asimismo sedará gracias por el trabajo y esfuerzo de tantos colectivos y se rezará por los ancianos y las residencias de mayores.