Vuelven los toros al coso de Mendigorría y se sigue apostando por una corrida de campanillas. La empresa comandada por la familia Lozano, lleva varios años trabajando para levantar la afición y que la gente acuda a la plaza a ver festejos de la máxima categoría. Ese nivel es muy difícil de conseguir y solo es posible por la disposición de los organizadores, que convencen a los mejores espadas del momento a que acudan cada año a pisar su arena de donde es habitual ver salir a todos sus actuantes en volandas.

Por segundo año consecutivo se ha apostado a lo grande. Será un festejo con ocho toros el que se verá mañana a las siete de la tarde en el vetusto coso. Astados de la tierra, de la ganadería de Alcurrucén que pastan en el término municipal de Urda y que seguro que sus propietarios elegirán con mimo, pues son de las familias taurinas más afamadas del orbe taurino que llevan a gala ser de Toledo.

Si se quiere conseguir un éxito total, pasa el festejo por apostar por lo mejor, y que vuelva Morante de la Puebla a Toledo es un lujo para el aficionado. El matador de toros sevillano es un habitual en algunas de las últimas ediciones del Corpus. Con su particular tauromaquia y su gusto exquisito siempre deja en las retinas de los asistentes detalles que congratulan por su sensibilidad. Hay que recordar pasajes maravillosos desplegados en el coso de Mendigorría por el de La Puebla del Río, que en ocasiones no han tenido más eco por la falta de acierto con los aceros.

El segundo espada del cartel es un fijo en las combinaciones desde la vuelta de la empresa de la familia Lozano a la plaza de toros de Toledo. Julián López ‘El Juli’, matador que desciende familiarmente de la localidad de Villamuelas, es la máxima expresión de una figura del toreo, poderoso, artista y arrollador, así se ha mostrado siempre que ha pisado la arena de Toledo. No ha fallado ningún año en los últimos cinco años, han sido cinco puertas grandes en cinco actuaciones, algo muy difícil de igualar y que sólo consiguen los mejores.

Vuelve tras varios años ausente de Toledo José María Manzanares a pisar su ruedo y lo hace con la aureola del poso y empaque le han ido dando los años de profesión. Su último paseíllo fue en 2010 y no tuvo entonces mucha fortuna ante los astados de Carlos Charro. La plaza toledana no obstante fue testigo allá por 2008 de la gran faena que le instrumento al quinto toro de Garcigrande, siendo declarado triunfador de la feria del Corpus de ese año. Este será su quinto paseíllo en el coso de Mendigorría, donde debutó en 2002 saliendo a hombros al cortar una oreja a cada toro de su lote. Es uno de los alicientes del cartel de este año, que no ha estado en los carteles venteños de San Isidro por lo que tenemos una gran oportunidad de verle en Toledo.

Cierra el cartel el torero de la capital, Álvaro Lorenzo, referente en la actualidad de los matadores de toros que ha vuelto a la casa Lozano, la que le ha guiado en su periplo por este apasionante mundo. Lorenzo que ha actuado en las primeras ferias de la temporada como Valencia, Sevilla y Madrid, tiene en su plaza el reto de lograr un triunfo sonado que le mantenga el crédito. Desde que tomó la alternativa ha sido habitual en la corrida del Corpus y siempre ha salido en volandas de él, gracias a su entrega y sus grandes faenas, refrendadas por un público que siempre está entregado con su paisano.

La empresa ha mantenido los precios de la edición pasada, que ya fue de igual número de toreros y toros, lo que ha hecho que cientos de personas se acerquen a las taquillas a adquirir sus localidades. Los toros llegan al coso esta mañana, donde serán reconocidos y con toda seguridad aprobados por la autoridad veterinaria y presidencial, conformando el elenco que entrará en el sorteo. Las previsiones del tiempo son magnificas con una temperatura alrededor de los treinta grados a la hora de comenzar el festejo, lo que se agradece que no sea el bochorno al que nos tenia acostumbrado otros años.