Un canto a la alegría

Javier Villahizán (SPC)
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El compositor alemán revoluciona el mundo de la música al incluir un poema de Schiller en el cuarto movimiento de la 'Novena sinfonía'

Un canto a la alegría

Con el nombre de Himno a la alegría se conoce al cuarto movimiento de la Novena sinfonía de Ludwig van Beethoven, en el que musicaliza el poema de Friedrich Schiller Oda a la alegría. Se trata de una auténtica revolución musical para la época. Además, se da la circunstancia de que el maestro la escribió completamente sordo.

Este fragmento se ha convertido en una referencia universal de la música y es valorado como un cántico a la fraternidad y a los ideales de la Revolución Francesa (1789).

Todo surgió tres años antes de la toma de la Bastilla, cuando el poeta Friedrich Schiller publicó Oda a la alegría. Además, el escritor alemán formaba parte de la llamada generación del Sturm und Drang (Tormenta e ímpetu), un movimiento prerromántico que reclamaba aquellos valores por medio de las artes y las ciencias.

La idea de Beethoven era transformar y modificar no solo el pensamiento de la época sino hacerlo a través de la música, que era lo que él dominaba.

Así, el compositor decidió introducir una parte vocal a un fragmento de su última sinfonía, lo que provocó no pocos problemas. Su amigo y biógrafo Anton Schindler escribió: «Cuando empezó a componer el cuarto movimiento, la lucha comenzó como nunca antes. El objetivo era encontrar un modo correcto de introducir la oda de Schiller. Un día Beethoven entró en mi cuarto y gritó: ¡Lo tengo, ya lo tengo!, entonces me mostró el cuadernillo con las palabras Déjenos cantar la oda del inmortal Schiller».

Beethoven también agregó unas líneas para justificar el ingreso del texto dentro de la sinfonía: «¡Oh amigos, dejemos esos tonos! ¡Entonemos cantos más agradables y llenos de alegría! ¡Alegría! Alegría!».

La Novena sinfonía, y por inclusión el Himno a la alegría, fue una liberación personal y musical que permitió la creación de un nuevo género, la sinfonía coral y la apertura de nuevas posibilidades creativas en la Historia de la música. 

El impacto posterior del Himno de la alegría en el mundo artístico y político fue enorme. Fue utilizado por el general Bismarck, responsable de la unificación de Alemania en el siglo XIX, para levantar la moral del ejército, la utilizaron también los españoles en 1931 en la proclamación de la Segunda República así como los nazis y los fascistas italianos poco después. Pero el momento más destacado de la Oda a la alegría fue cuando el Consejo de Europa la adoptó como himno oficial de la UE en 1984.