La escultura de Bahamontes será reforzada antes de la Vuelta

EFE
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Esta escultura, instalada en mayo de 2018, ha sufrido desde su inauguración diversos actos vandálicos que han provocado la rotura de la cadena de la bicicleta, así como de un soporte inferior que compromete la estabilidad de la misma

La escultura de Bahamontes será reforzada antes de la Vuelta - Foto: Yolanda Lancha

La escultura de Federico Martín Bahamontes, situada en la subida al Miradero de Toledo, será reforzada y reparada antes de que la Vuelta Ciclista a España 2019 llegue a la ciudad el 13 de septiembre.

Esta escultura, instalada en mayo de 2018, ha sufrido desde su inauguración diversos actos vandálicos que han provocado la rotura de la cadena de la bicicleta, así como de un soporte inferior que compromete la estabilidad de la estatua, por lo que el Ayuntamiento decidió vallarla de forma temporal para protegerla. Por ello, desde el Consistorio apuntan que se va a contactar con el escultor de la obra, Javier Molina Gil, para «encontrar una solución» de cara a poder anclar la pieza dañada.

El Ayuntamiento no descarta implantar medidas de seguridad para proteger la escultura de estos actos incívicos, que consistían en general en subirse a la estatua para hacerse fotos, por lo que ha aprovechado para hacer un llamamiento «al civismo de la ciudadanía» para el buen trato del mobiliario urbano.

La Fundación Soliss, que promovió y costeó los gastos de la escultura, fue la encargada de la escultura hasta antes de su inauguración pero tal y como apunta Eduardo Sánchez Butragueño, «una vez puesta la estatua, debe hacerse cargo el Ayuntamiento». «Me consta que van a afrontar pronto con esta reparación» valoró Sánchez, quien reconoció que «a veces, los tiempos de la administración son más largos que los de las empresas». Así,  confió en que se «tomará, las medidas oportunas» para la correcta conservación de la estatua», ya que «se comprometieron a ello desde el primer momento».

«Se habló de la colocación de unas cámaras o algo similar» señaló el presidente de la Fundación Soliss que a su vez, consideró que a su juicio «no haría falta ningún tipo de protección, porque si la escultura está bien soldada, puede aguantar bien».