Más de 7.500 toledanos toman medicación diaria para el TDAH

A. de la Paz
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Una investigación cifra la ratio de consumo de fármacos contra este trastorno en once de cada 1.000 habitantes. En la región, el empleo de medicamentos ha crecido un 99% desde 1992

Más de 7.500 toledanos toman medicación diaria para el TDAH - Foto: Yolanda Lancha redactora grafica La Trib

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un problema creciente en las aulas. Aunque también afecta a personas adultas, su incidencia es especialmente sensible en las etapas infantiles y de la adolescencia, afectando al 5% de los menores. Las dificultades que conlleva el trastorno se manifiestan en falta de atención, hiperactividad e impulsividad. Estos comportamientos se traducen en dificultades en el ámbito del aprendizaje, las relaciones sociales con el entorno y la capacidad de adaptación. La existencia de protocolos más desarrollados explica el mayor número de casos detectados en los últimos años. El tratamiento parte de la terapia psicológica y puede incluir la ingesta de algún fármaco.

En el territorio de Castilla-La Mancha, «se aprecia un incremento promedio en el consumo del 10,3% anual, que no parece atribuible a un incremento en la incidencia de la enfermedad sino, más bien, con una búsqueda activa de casos, [a] una mejora diagnóstica y asistencial de los enfermos, tratamientos con fármacos de casos menos severos que antes no recibían el fármaco, o un incremento de los recursos en salud infantil y juvenil», según explican los seis autores de Variabilidad y tendencias en el consumo de fármacos para los trastornos por déficit de atención e hiperactividad en Castilla-La Mancha, España (1992-2015).

Los especialistas que firman esta investigación, publicada en el verano de 2018 en la revista Neurología, desarrollan su desempeño profesional en la provincia de Toledo. En el artículo se apunta a que tal «trastorno del comportamiento (…) puede requerir tratamiento farmacológico» y se señalan las diferencias existentes entre el consumo de medicamentos para el TDAH en las cinco provincias de la región. «Se observa una variabilidad provincial en su consumo, lo que supone diferencias en la práctica médica frente a esta enfermedad», indican los autores.

Las gráficas que se adjuntan en el estudio muestran cómo Toledo es una de las demarcaciones de la comunidad autónoma en la que menos medicinas se recetan para el TDAH. En la provincia, alrededor de once de cada 1.000 habitantes consume algún fármaco relacionado con esta dolencia (el resultado se expresa en dosis por habitante diarias [DHD]). Solo Guadalajara, con nueve de cada millar medicados, muestra una ratio más baja. Las cifras de Ciudad Real y Albacete se elevan hasta los 17 pacientes con tratamiento farmacológico respecto al millar de vecinos, mientras que Cuenca se queda en torno a 15.

Según las cifras ofrecidas, Toledo cuenta con unas 7.500 personas que toman una dosis de medicamento contra el TDAH al día. El aumento en el consumo de medicinas frente a esta enfermedad ha crecido con fuerza en los últimos años. En el caso de Castilla-La Mancha, los autores evidencian un incremento del «98,8%» en toda la región, «al pasar de 0,15 DHD en 1992 hasta las 13,22 DHD en 2015». Estos datos son similares a las de otras comunidades españolas, como Navarra o Castilla y León. El repunte, también observado en el conjunto de España, viene determinado tanto por el mayor número de casos contabilizados como por la extensión del uso de la farmocología en su tratamiento. Sin embargo, «a pesar de ese incremento, las cifras de prevalencia de consumo [en España] son menores a las de Estados Unidos y Holanda» y sensiblemente inferiores a las de los países nórdicos.

MEDICAMENTOS. La mayor parte de los tratamientos para paliar los efectos del TDAH incluyen al metilfenidato, un químico psicoestimulante que incrementa los niveles de dopamina y norepinefrina en el cerebro. Este medicamento «supone el 89,6% de los fármacos consumidos» en Castilla-La Mancha para el tratamiento de la enfermedad. En el caso de Toledo, casi diez de cada millar de personas lo toma. Aunque su consumo parece declinar en otras provincias de la comunidad autónoma, en la que alberga la capital regional mantiene un tendencia alcista.

«El fármaco se presenta en algunos casos como una opción cómoda, con resultados visibles a corto plazo, incluso más económica que otras alternativas alejadas de la farmocoterapia», describen Criado Álvarez, González, Romo, Mohedano, Montero y Pérez, los responsables de una aportación académica que trata de aportar luz a un trastorno cuya afectación aumenta cuantitativamente. La evolución registrada en el TDAH, desde la década de los noventa del pasado siglo hasta la actualidad, confirma el incremento en el uso de medicamentos para hacerle frente.

Sin embargo, los expertos firmantes del artículo aconsejan la combinación de fórmulas y la terapia individualizada. «El tratamiento farmacológico ha demostrado ser eficaz y coste-eficiente a corto plazo, pero no debería indicarse en las formas leves o como única acción terapéutica, proponiéndose un abordaje multimodal».