Los familiares de los internos de la residencia de mayores de la avenida de Barber siguen reclamando una norma de accesos y salidas más coherente. Bien es cierto que hace unas semanas vieron como se imponía la lógica y, finalmente, se procedía a la apertura de visitas en este tipo de centros sociosanitarios, pero aún observan incoherencias que consideran que deben ser corregidas por la Junta de Comunidades.

La norma anterior marcaba que debían estar vacunados el 90% de los residentes y trabajadores para volver a abrir a visitantes las residencias y, en muchos casos, como ocurría en Barber, ese procentaje era imposible de alcanzar debido a que algunos internos se negaban a ponerse la vacuna y otros directamente no podían hacerlo por problemas de salud.

Finalmente, el propio presidente autonómioc, Emiliano García-Page, salió a la palestra el pasado 21 de marzo para poner fin a esa kafkiana situación y confirmar que entraba en vigor una nueva instrucción que permitía a las residencias «abrir con libertad, entrar y salir».

Con esa nueva normativa, las visitan han de llevarse ahora a cabo con distancia, mascarilla FPP2 y todo tipo de medidas de seguridad e higiene, pero sin ser necesarios test o pruebas PCR previas. No se impiden las entradas y las salidas, y las residencias han abierto sus puertas tras más de un año cerradas a cal y canto a consecuencia de la pandemia.

Ahora bien, la nueva circular no contempla salidas cortas mas que para ir al médico o en casos de fuerza mayor, mientras que si algún familiar quiere llevarse a casa a un interno deberá hacerlo por un mínimo de 48 horas.

Por desgracia, algunos familiares no pueden hacerse cargo de sus familiares tantas horas debido a las diferentes patologías de éstos o la dificultad para poder atenderlos como se merecen, por eso demandan a la Junta que sea más comprensiba y flexibilice la entrada y salida de esos pacientes.

Una de las afectadas por esta situación Pilar Alba Benayas, ha remitido una carta al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, exponiéndo la situación e incitándole a adaptar la normativa, ya que a ella le gustaría poder sacar de la residencia a su hermana, pero no la puede atender tantas horas en su casa debido a su delicado estado de salud, que necesita de supervisión sanitaria constante.