Júpiter y Saturno protagonizan un 'abrazo' cósmico

Raúl Casado (EFE)
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Los dos gigantes del Sistema Solar se encuentran en su posición más cercana desde hace cuatro siglos, una conjunción en la que parecerán uno solo pese a estar a más de 800 millones de kilómetros de distancia

Las órbitas de ambos planetas no volverán a ‘encontrarse’ hasta dentro de 60 años.

Júpiter y Saturno son los planetas más grandes del Sistema Solar, y los dos gigantes protagonizarán hoy una conjunción que no reviste mayor relevancia desde el punto de vista científico pero sí como hito histórico, porque esa alineación no se registraba desde hacía 400 años y no se repetirá hasta 2080.

Una acontecimiento que además de excepcional y único será especialmente interesante por la proximidad de los dos planetas, que se situarán a tan solo 810 millones de kilómetros, un evento que ha movilizado a numerosas instituciones científicas y sociedades astronómicas de todo el mundo para hacer observaciones y retransmisiones en vivo. Coincidirá además la alineación de la Tierra con Júpiter y Saturno con el solsticio de invierno -el día más corto y la noche más larga del año-, y gran parte de los astrónomos coinciden al señalar que son precisamente ese tipo de hechos los que propician la conexión entre la ciencia y la sociedad y los que desatan la fascinación por el Universo.

Varias instituciones científicas, investigadores, aficionados y divulgadores han programado numerosos espacios y retransmisiones -aunque no habrá concentraciones presenciales debido a las restricciones por el coronavirus- para la contemplación de una alineación que culmina hoy y que será visible, si el cielo lo permite, a simple vista, pero que será perfecta con prismáticos o telescopios sencillos, con los que se podrán incluso distinguir los numerosos satélites de Júpiter o los anillos de Saturno.

El investigador Miguel Ángel López Valverde, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA/CSIC) apunta que se trata de una ocasión «especialmente bonita» para observar este acontecimiento histórico -mejor incluso desde telescopios aficionados que desde los observatorios más sofisticados y profesionales-, y subraya el interés que despiertan las alineaciones de los cuerpos del Sistema Solar y especialmente los eclipses.

Valverde explica que esos eclipses, especialmente cuando un planeta se alinea con una estrella lejana, revelan a los científicos información sobre la composición y la densidad de la atmósfera de un planeta y por ello también las condiciones de habitabilidad.

Las órbitas de Júpiter y Saturno producen conjunciones cada 20 años, pero raramente tan cerca como la que se registra este año, según el investigador Ricardo Hueso, miembro del Grupo de Ciencias Planetarias de la Universidad del País Vasco, que apunta que una alineación parecida no se producía desde 1623, aunque entonces fue más difícil de observar debido a la cercanía «aparente» de los dos objetos al Sol.

Hueso explica que ambos planetas se acercarán tanto que se presentarán a los ojos de los observadores «como una sola estrella brillante en lugar de como dos planetas», y que a partir de hoy comenzarán a distanciarse en el cielo nocturno, un efecto también «aparente» ya que los dos gigantes se encuentran en órbitas muy diferentes.

La presidenta de la Federación de Asociaciones Astronómicas de España, Blanca Troughton, incide en lo fácil que va a resultar observar a simple vista esta conjunción, incluso en lugares -como las grandes ciudades- con mucha contaminación lumínica, ya que ambos destacan entre los cuerpos más brillantes del cielo nocturno.

Para ello, Troughton detalla el plan de visualización: hay que mirar al oeste, tras la puesta de Sol, para ver dos objetos brillantes muy cercanos a 20 grados sobre el horizonte (aproximadamente el espacio que cubre la palma de la mano extendida), hasta que hoy se presenten como un solo punto luminoso. Y aunque los dos planetas se mostrarán en el cielo como alineados, en realidad estarán separados por una distancia equivalente a cinco veces la que hay entre la Tierra y el Sol, observa la presidenta de esta federación.

Nada tiene que ver además este fenómeno con la estrella de Belén, según los científicos, que apuntan que no existe ninguna evidencia de que en el año cero hubiera una conjunción de planetas similar. «No sabemos a ciencia cierta qué pudo ser la estrella de Belén», manifiesta Victoriano Canales coordinador de las actividades de la Federación de Asociaciones Astronómicas de España y representante de esta organización en la NASA, y descarta también que fuera una supernova.

Instituciones científicas, sociedades y asociaciones astronómicas han programado retransmisiones en vivo del acontecimiento para esta noche (entre ellas el canal de Youtube de la FAAE) para que cualquier persona pueda contemplar este acontecimiento histórico como si tuviera un telescopio.