Toledo ha estado hasta la bandera estos días. Un puente de Todos lod Santos que se preveía frío y lluvioso, algo que no redujo la capacidad de atracción de la capital de Castilla-La Mancha, uno de los destinos favoritos tanto del turismo nacional como del extranjero. Las sensaciones en las calles se traducen en cifras positivas. Y es que, según los datos recabados por la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo, la ocupación media en establecimientos hoteleros durante los días 31 de octubre al 2 de noviembre, ambos inclusive, alcanzó el 93 por ciento. Si solo se computa la ocupación habida el viernes 1 y el sábado 2 el promedio roza el 99 por ciento.

Por días la ocupación media ha sido la siguiente: el jueves 31 ascendió al 80,3 por ciento, el viernes 1 al 99,2 por ciento y el sábado 2 al 98,5 por ciento.

En cuanto a la procedencia de los visitantes, un 78 por ciento son españoles y un 22 por ciento extranjeros.

Por último, hay que señalar que en el muestreo de la AHT ha participado establecimientos que agrupan el 68,6 por ciento de las habitaciones de hospedaje de la ciudad asociadas.

El último dato mensual de pernoctaciones en la ciudad revelaba una nueva caída, aunque no significativa, en un año inestable en materia turística tras varios ejercicios de incrementos constantes. Las pernoctaciones cayeron un 1,5 por ciento en septiembre en Toledo capital respecto al mismo mes del año anterior, según el último informe de coyuntura hotelera del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto rompe el incremento registrado en julio y agosto, pero refuerza la caída del 7,7 por ciento de abril, pese a la Semana Santa, el 1,5 por ciento en marzo, el 1,5 por ciento de febrero y del 6,7 por ciento del primer mes del año.

Este informe revela que un total de 84.998 personas hicieron noche en Toledo durante el noveno mes del año, lo que supone 1.252 menos que en septiembre de 2018, cuando la cifra ascendió a 86.250 personas.