El candidato a presidente Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, no desiste en su intento de que el PP de Núñez reniegue del PP de Cospedal, donde el nuevo líder ‘popular’ creció políticamente hablando. Y es que, a su juicio, el PP no tendrá nunca credibilidad para exigir a la Junta aspectos como la recuperación de la carrera profesional en el ámbito sanitario o más inversión en materia social, si no reconocen que la expresidenta «dejó a Castilla-La Mancha desolada».
En este sentido, niega la mayor, es decir, las críticas del PP por su ‘obsesión’ con Cospedal, y recuerda que llegó a la presidencia de Castilla-La Mancha «por los desméritos de Cospedal» y su política de «brutales» recortes. «Si no hacen acto de contrición, llevarán siempre consigo este pecado original», les advirtió.
En cuanto a la «españolidad», el reelegido jefe del Ejecutivo autonómico trata de cortar cualquier tipo debate en este sentido en Castilla-La Mancha, que tantas horas de debate costó en la pasada legislatura en las Cortes.
En este sentido, avisa tanto a Ciudadanos como al PP de que atacándole por ahí «no van a obtener rédito electoral, como ya se ha visto». «No estoy dispuesto a admitir lecciones de españolidad de nadie, ni de mi partido», concluye.