Como en todos los grandes debates de investidura celebrados en el Congreso de los Diputados, el de la jornada de ayer estuvo marcado por la gran afluencia de público, la expectación dentro y fuera del Hemiciclo, los reencuentros, las reivindicaciones políticas y los estrenos.
En esta ocasión, la notable presencia de señorías y público en la Cámara Baja obligó a que hacer hueco en el Salón de Plenos a los senadores que quisieron acercarse al Palacio de la Carrera de San Jerónimo para seguir el acto. Eran tantos que se hizo un sorteo para determinar quiénes podían ocupar las sillas situadas al efecto.
Mientras, en el banco azul estuvieron sentados los miembros del Gobierno, pero en su escaño habitual no pudo verse a la portavoz de Unidas Podemos, Irene Montero, una de las negociadoras del partido morado con los socialistas, quien pidió el voto telemático por su avanzado embarazo.
Tampoco estuvieron presentes los tres diputados de Junts y el de Esquerra Republicana (ERC) que están en prisión preventiva a la espera de la sentencia del Tribunal Supremo por el proceso independentista en Cataluña.
Para reivindicar su ausencia, los parlamentarios de ERC depositaron unos claveles amarillos en el escaño que se asignó a su líder, Oriol Junqueras.
Tampoco se libraron del lleno las tribunas de invitados, abarrotadas todas ellas, desde donde pudieron escuchar a Sánchez, además de su esposa, Begoña Gómez, sus padres y su hermano, el presidente del Senado, Manuel Cruz, y la vicepresidenta primera y presidenta del PSOE, Cristina Narbona.
En esa misma zona pudo verse también a los presidentes socialistas de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; de la Comunidad Valencia, Ximo Puig; de Asturias, Adrían Barbón y de Baleares, Francina Armelgol.
De la misma manera, a la primera parte del debate Congreso, celebrada por la mañana, asistió la líder del PSOE andaluz y expresidenta de esta Comunidad, Susana Díaz; la secretaria general del partido en Navarra, María Chivite, que aspira a ser investida presidenta foral, y el secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo.
Todos acapararon la atención de los medios aunque, si hubo uno que captó casi tantos focos como el candidato a la investidura, ese fue el líder de Vox, Santiago Abascal, en la que fue su primera incursión en la Cámara Baja por el estreno de su formación en la representación parlamentaria.
Por su parte, una decena de enfermos de fibrosis quística aprovecharon la cita parlamentaria para hacerse oír con una cacerolada delante del Congreso, demandando fondos para la financiación de sus medicamentos.