la tribuna / toledo

Le llamó para quedar, le mató - «sin que consten los motivos ni aún la forma en la que lo materializó»-, ocultó el cadáver en su casa y  después en un foso preparado al efecto en una parcela contigua a su vivienda y finalmente lo hizo desaparecer disolviendo su cuerpo en ácido. 

A.A.D., apodado ‘Soji’, se enfrenta a partir del lunes a un juicio en el que el Ministerio Fiscal pide una pena de prisión de 12 años y tres meses, sin posibilidad de acceder al tercer grando antes de cumplir  la mitad de su condena, por el homicidio de C.E.L. y otro año por tenencia ilícita de armas.

Los hechos, según describe Fiscalía en el escrito de acusación, tuvieron lugar en la tarde del 4 de septiembre de 2105. A.A.D. y CEL, que tenían una amistad previa y por la cual el fallecido habría colaborado con el primero en diferentes actividades vinculadas con el tráfico de sustancias estupefacientes, se citaron para resolver «las desavenencias vinculadas con las mismas».

 ‘Soji’ concertó una cita con C.E.L. -a través del teléfono que le había entregado para sus relaciones de negocio- el día 4 de septiembre a las 19,30 horas en un lugar de Illescas. Allí, y «tras producirse una discusión entre ambos, sin que consten los motivos ni aún la forma en la que lo materializó, presidido en su obrar por el propósito de acabar con la vida de C.E.L.» -relata el fiscal- el acusado le mató  «en presencia, o al menos con el conocimiento», de otros dos acusados, en este caso de encubrimiento:  D.J.M. y P.G.F., pareja del acusado de homicidio, para los que Fiscalía reclama la imposición de una pena de seis meses solo para el primero. Señala el escrito que D.J.M. no comunicó los hechos «temeroso de poder correr igual suerte» hasta que finalmente y en presencia judicial «admitió haber sabido desde el principio que el acusado acabó con la vida de C.E.L.».

 Al parecer, tras matarle, ‘Soji’, ocultó en primer término el cadáver en su casa para poco después trasladarlo a un foso preparado al efecto en una parcela contigua a su vivienda donde finalmente lo hizo desaparecer disolviendo su cuerpo en ácido.

El fallecido -que tenía 38 años- tenía un hijo de 7 años en el momento de su muerte para el que el fiscal solicita una indemnización de 60.000 euros. También pide otra de 50.000 euros para M.A.P.A -pareja de C.E.L. en el momento de los hechos pero no madre biológica del menor- y otros 50.000 euros para G.E.A. y R.L.M. padres de la víctima.

Expone el Fiscal que tras una amplia investigación policial, el 17 de mayo de 2017 el acusado fue detenido, manifestando a los agentes actuantes que había dado muerte a C.E.L. así como el lugar en el que se había deshecho del cuerpo, si bien finalmente dados los medios utilizados a tal fin, no pudo recuperarse resto alguno. 

El hecho de que el acusado haya  mantenido el reconocimiento de los hechos en sus sucesivas declaraciones en sede judicial le ha servido para tener una circunstancia atenuante de arrepentimiento tardío. Asímismo, en el momento de su detención y mientras era custodiado por agentes de la Policía Nacional,  A.A.D. les reveló el lugar de su coche en el que ocultaba un arma de fuego (un revólver marca Voltran) así como cierta cantidad de cocaína.

El acusado se encuentra en prisión provisional comunicada y sin fianza desde el 20 de mayo de 2017,  situación prorrogada el 27 de marzo de 2019.