Javier tiene autismo severo no verbal. Ha aprendido a no quitarse la mascarilla mejor que muchos adultos, pero es prácticamente imposible realizarle pruebas médicas de carácter invasivo sin administrarle anestesia general. No lo entiende, no le gusta y no se deja. Hasta para ver si tiene alguna caries en necesaria la ayuda de muchas personas para sujetarle. Por eso, cuando a comienzos de curso a sus padres les preguntaron desde el colegio de educación especial Ciudad de Toledo qué prueba de detección de coronavirus preferían, ellos marcaron sin dudar la opción de un TMA, un test molecular específico menos invasivo que el hisopo de la PCR que permite la detección del virus Sars-Cov2 en plasma, sangre y muestras respiratorias.

A pesar de los temores de todo padre con la vuelta a las aulas, todo parecía que iba a ir bien en el área de educación especial tras el anuncio a comienzos de septiembre por parte de la Junta de Comunidades de que se iban a realizar test de coronavirus a los 1.500 alumnos con los que se cuenta en la región. Pero la realidad está siendo muy distinta.

Los padres de Javier marcaron test TM y acudieron a su médico de cabecera para tener un volante y llevarlo al colegio, pero hace dos días la enfermera del Ciudad de Toledo les llamo para decirles que sólo iban a hacer pruebas PCR. Sin darles otra alternativa.

«Mi hijo se queda sin prueba a pesar de lo se dijo desde Educación y desde Sanidad, y los padres lo vemos como una verdad a medias. No es una mentira, porque van a hacer PCR, pero es una estafa, porque no cumplen lo que dijeron», denuncia la madre de Javier, que afirma que con el método de introducir el hisopo por la nariz se van a quedar fuera de la prueba «la mayoría de los niños» en un colegio con 400 alumnos.

Con todo, en este colegio son hasta afortunados, porque a través de conversaciones con otros padres de la asociación Afannes Toledo (Asociación a favor de Niños con Necesidades Educativas Especiales) han podido enterarse que en el colegio de educación especial de Esquivias, Reino de Tule, no se va a realizar prueba alguna.

«Es lamentable», insisten los padres de estos alumnos, que han procedido en muchos casos a interponer reclamaciones ante Educación y Sanidad. La situación de sus hijos es particular y no entienden que no se cumpla lo anunciado hace un mes y, además, tengan que sufrir otro tipo de escollos, como que a muchos de ellos se les esté negando también la asistencia sanitaria, especialmente la bucodental especializada, que se realiza en Albacete, porque también les ponen como requisito para ser vistos por el médico una PCR de hace dos días.

«Destaco la falta de conocimiento de la Junta sobre estos muchachos y sus características. Venden la moto de hacer test y luego éstos son mínimos dadas las particularidades de los chicos y eso que se ahorran. Es una vergüenza», sentencian estos contrariados padres.