Lo que está pasando con el Hospitalito del Rey que nunca se abre, unido a «las mentiras y el oscurantismo» del Gobierno regional, ha levantado la «indignación» de los sindicatos con representación entre el personal laboral de la Junta de Comunidades (CCOO, UGT, CSIF, Stas-CLM). Su representantes se fueron a las puertas de la Residencia de Mayores de la Avenida de Barber a manifestarse para exigir que se cumpla el acuerdo alcanzado en 2011 con el Gobierno socialista de José María Barreda y que el Hospitalito sea residencia de mayores para la población del Casco gestionada desde lo público.
«Esto es una estafa, la consejera no para de mentir, si quieren un conflicto continuo lo van a tener», dice Gustavo Fabra (Stas-CLM) y avisa de que van a llegar «hasta el final» en sus movilizaciones.
Denuncia que el plan de infraestructuras sociales «es el mayor plan de privatización de los servicios sociales de Castilla-La Mancha» y añade: «desde que García-Page es presidente todos los centros que ha inaugurado -comedores escolares, residencia de mayores, residencias de discapacitados, centros de día-, absolutamente todos, están o privatizados a una empresa o al tercer sector, ninguno lo ha asumido con gestión directa. Esto lo llega a hacer Cospedal...»
Luis Manuel Monforte (UGT), indica que García-Page «vende» que los servicios de bienestar social son esenciales pero hace lo contrario. Denuncia, como ejemplo, que en la residencia pública Quijote y Sancho de Torrijos «un día han prestado servicio los auxiliares de enfermería de una empresa privada». Se declaran «cansados de mentiras», exigen al Gobierno «que digan de una vez las intenciones reales» y sospechan que «solo quieren privatizar la atención a los mayores».
Juan Bautista González (CCOO) se declara indignado por el oscurantismo con el Hospitalito, dice que la Junta no facilita información y que estando abierta la revisión de los modelos de gestión de las residencias no dejan participar a los sindicatos.
Victoria Ortiz (CSIF) señala que es habitual ver centros públicos que se privatizan de forma que los empleados públicos son una especie «en extinción» y cree que el Hospitalito es un ejemplo.