Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre del año pueden a simple vista desatar la euforia, ya que hay 4.900 toledanos ocupados más con respecto al último trimestre de 200 y 11.900 parados menos. Sin embargo, el espejismo se diluye al observar que la subida de la ocupación y la caída del desempleo se debe a que la población activa en la provincia se ha reducido 7.000 personas en un solo trimestre. Es decir, cerca de seis de cada 10 personas que han salido de las listas del desempleo lo han hecho no porque hayan encontrado un empleo, sino porque han dejado de buscar trabajo en espera de que la pandemia económica provocada por la pandemia sanitaria amaine. El descenso de la población activa en términos relativos es del 1,99%, lo que deja el número de trabajadores en activo en 343.300.
El primer trimestre del año terminó con 57.600 toledanos en el paro. Son 11.900 parados menos que a finales de 2020, año que cerró con 69.500 desempleados en la provincia. Con estos niveles de desempleo la tasa de paro se sitúa en el 16,77% frente al 19,85% del trimestre anterior. La ratio está 0,65 puntos por debajo de la media regional, pero 0,79 puntos por encima de la que registra el mercado laboral en el conjunto de España, que cerró el mes de marzo de este año con un 15,98%.
No obstante, hay que tener en cuenta que los afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) con suspensión de empleo, según la metodología de la Oficina Estadística de la Unión Europea (Eurostat) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que se aplica en la EPA, se les considera ocupados y, por tanto, no engrosan las ya de por sí abultadas cifras de desempleo.
En términos interanuales, la evolución del mercado laboral en la provincia es más positiva, si se tiene en cuenta que la población activa ha crecido en 7.000 personas con respecto al primer trimestre del año pasado, y hay 3.900 parados menos y 10.900 ocupados más.
El mercado laboral, además, continúa cebándose con las toledanas. Mientras que al finalizar marzo el número de hombres ocupados creció en 3.600 con respecto al trimestre anterior, el número de mujeres con empleo se redujo en 1.300. Si tenemos en cuenta, que el paro femenino cayó en 5.900, la conclusión es clara: La bajada del desempleo entre las mujeres no vino provocado por una aumento de la ocupación, sino directamente porque muchas fueron expulsadas del mercado laboral ya que han dejado directamente de buscar trabajo. Al finalizar el primer trimestre del año había 21.000 toledanos parados y 36.500 toledanas en situación de desempleo.
Castilla-La Mancha. Por lo que se refiere a la región, el paro se redujo en el primer trimestre del año en 1.300 personas hasta situarse en 171.700. De ellos, 68.500 son hombres y 103.200 mujeres. Este descenso intertrimestral del 0,75% hizo, sin embargo, que la tasa de desempleo en la región aumentara en tres centésimas y se situara en el 17,42%. La subida de la tasa pese a la bajada del paro sólo puede explicarse por una caída de la población activa que en los tres primeros meses del año asciende a 9.100 personas.. Por tanto no cayó sólo el total de castellano-manchegos que buscan activamente trabajo, sino que además se perdieron 7.800 puestos de trabajo, lo que hizo que la ocupación en Castilla-La Mancha se redujera hasta situarse en 814.100 personas. El descenso es del 0,94%.
Si las cifras del primer trimestre del año se comparan con las de idéntico período de 2020 se puede observar que el desempleo en la región se redujo en 5.400 personas, lo que supone una caída del 3,04%. Asimismo, los castellano-manchegos ocupados a finales de marzo 814.100, lo que supone un incremento de 13.200 personas con respecto al dato de la EPA cerrada a 31 de marzo de 2020. Dado que el desempleo sólo se redujo en 5.400 personas se deduce que un total de 7.800 castellano-manchegos que se encontraban inactivos pasaron directamente a encontrar un puesto de trabajo.