Olga Arribas lleva poco más de una semana al frente de la UGT regional, pero no viene de nuevas. En su mochila carga con una dilatada trayectoria como delegada sindical, primero en el grupo Avícola Camar y, a partir de 2004, en Iberdrola, compañía en la que entró para ser oficial de mantenimiento de subestaciones eléctricas.

Entre sus retos está el sacar adelante a un sindicato que lleva algo más de un año sin una cabeza visible y, sobre todo, afrontar una postpandemia que no puede convertirse «en los locos años 20». «Estoy aquí para intentar denodadamente llegar a acuerdos», asegura en esta su primera charla con La Tribuna.

Acaba de aterrizar en la Secretaría General de la UGT en Castilla-La Mancha, ¿cómo ve al sindicato?

Acabo de llegar a esta parte del sindicato, yo vengo de las tripas del sindicato, de las secciones sindicales, que son el conjunto de afiliados de una empresa y uno de los órganos más activos de acción sindical directa. Más aún en pandemia.

Respecto al futuro, lo veo prometedor, activo, solidario, transparente… Nuestro punto de apoyo es la sostenibilidad, el feminismo y la capacidad de trabajo.

El sindicato llevaba sin cabeza visible desde hace más un año, tras la dimisión de Carlos Pedrosa, y durante estos meses parecía no querer salir ninguna candidatura dispuesta a hacerse cargo. ¿Cómo llega Olga Arribas a la Secretaría General de la UGT?

Han sido 15 meses de gestora, motivados porque la anterior ejecutiva decide dar un paso al lado por una cuestión personal. Normalmente una gestora no dura tanto en UGT, en nuestros estatutos no está previsto que dura más allá de 4 ó 5 meses, pero nos pilló la pandemia y, simplemente, se alargó.

Tengo que agradecer la labor que ha llevado a cabo la gestora en este tiempo. Han tenido sumar esta función a su responsabilidad habitual. Amparo Burgueño ha hecho una gran labor de equipo, es una maestra estupenda.

Y respecto a cómo llegue yo aquí, hay tres patas para presentarse a un cargo como este: el consenso, donde uno se pone en contacto con las diferentes federaciones y les pregunta; el propio trabajo, ver si tus compañeros te apoyan, porque yo como cualquiera no puedo abandonar mi trabajo y quedarme sin sueldo; y el ámbito personal, consensuar en casa la decisión con mis mijos y mi pareja.

Es verdad que te puedes presentar a la buena de Dios -la condición es ser afiliado a la UGT desde hace más de dos años y tener más de 22-, pero en un ámbito como la UGT, donde la democracia prima, hay que buscar apoyos.

¿Cuánto tiempo llevan preparando esta candidatura? La han mantenido bastante en secreto.

Tampoco es que se haya mantenido oculta. Es verdad que para lograr consensos, donde se necesita tocar el alma interna del sindicato, no es aconsejable molestar a unos por la publicidad de otros. Normalmente, se gestan en el interior, pero tampoco lo hemos ocultado. Vengo de un ámbito donde cuando me movía no tenía la visibilidad que puedo tener ahora.

Una de las banderas que esgrime su Ejecutiva es la del feminismo. La mujer, junto a los jóvenes, va a ser la gran víctima de la crisis económica provocada por la pandemia. ¿Qué puede aportar aquí UGT?

Mi ejecutiva, en esto no estoy sola, quiere trabajar en no dejar a nadie atrás. Hay tras colectivos muy importantes en este sentido: la mujer, que es uno de los más precarizados por ya lo era, los jóvenes y los mayores de 55 años y parados de larga duración, que han trabajado mucho pero que no van a tener una pensión digna porque en estos pocos últimos años se han quedado de trabajo y, en pandemia, no tienen expectativas en obtenerlo.

La Junta quiere poner en marcha un plan de conciliación dotado con 16 millones. ¿Qué va pedir la UGT en este plan?

Vamos a pedir que se valore realmente qué es la conciliación, cómo se va a llevar a cabo y dónde se van a crear los empleos anunciados. Si no son ecuánimes y no se reparten de forma adecuada, tendremos el problema de que siga aumentando la desigualdad. La conciliación no es algo en lo que solo se pueda legislar, es algo que forma parte también de nuestra educación. Yo, como el conjunto de mujeres de mi edad, tengo una carga enorme por la educación que he recibido y tenemos que saber despojarnos de ella. La conciliación no tiene que ser solamente para las mujeres, tiene que ser ecuánime, entre todos los que forman parte de la familia y la UGT va a estar en eso.

Castilla-La Mancha supera ya los 190.000 parados . ¿Pasaremos antes del verano la barrera de los 200.000? ¿Qué cifras maneja?

No puedo manejar cifras porque acabo de llegar. Las cifras a nivel estatal son la de que antes de que la vacunación sea eficaz, se van a destruir algunos trabajos más, empresas que del ERTE van a pasar el ERE y van a despedir. Pero en el momento en el que la vacuna funcione esto nos va llevar a unos locos años 20. Debemos estar preparados para que esto no sean los locos años 20, que todo esté regulado y los trabajos sean dignos.

Más que nada porque después de los años 20 llegó el crack del 29 y el ascenso de los totalitarismos. ¿Cómo ve el auge de los populismos en España?

Ha ocurrido siempre. En momentos de grandes crisis, grupos cerrados y endogámicos recurren a un programa y un mensaje fácil, que no es cierto, para atraer a la gente. No somos ignorantes, sabremos darnos cuenta de que la radicalidad no es el camino de la sociedad europea.

Desde la crisis de 2007 los sindicatos de clase han perdido muchos apoyos, ¿necesitan un cambio de rumbo?

A veces se habla de los sindicatos como si estuvieran fuera la sociedad y eso es falso, el sindicato está formado por personas que provenimos del mundo real y avanza a media que avanza la sociedad, sin más. Ha habido un ataque hacia las instituciones, los partidos, los sindicatos, las organizaciones que trabajan en lo público, con el objetivo de mermar la capacidad democrática de la sociedad española. Eso ha estado ahí y sigue estando.

La UGT no está fuera de la sociedad y avanza al mismo ritmo. Este sindicato es cada vez más feminista, la democracia y la transparencia ha impregnado todos los estamentos. Y la adaptación a las nuevas tecnologías ha sido como en todos los lados, efectiva, rápida e inminente. Tendremos algún fallo, pero los sindicatos de clase somos realmente los únicos que podemos representar a los trabajadores en todos los niveles, desde el local al internacional. No existe ni en España ni en Europa ningún otro camino para que un trabajador sea representado de forma eficaz.

¿Qué pide la UGT a la Junta de cara al reparto de los fondos europeos?

Pedimos lo que pedimos siempre, pero más cuando hay fondos europeos de por medio, que el reparto sea ecuánime, justo y transparente.

¿Ya ha mantenido algún encuentro formal con el Gobierno regional?

El único encuentro que he mantenido fue el del día que me eligieron. Entiendo que los tendré próximamente. Tendremos que sentarnos para debatir. Esto aquí para negociar, para eso me han elegido.

Castilla-La Mancha, salvo durante la etapa de Gobierno de Cospedal, ha gozado de un buen clima de diálogo social entre los sindicatos, la patronal y el Gobierno. Tanto que se les ha acusado muchas veces de dialogar y pactar de más.

Las críticas las entendemos, pero los sindicatos que no son mayoritarios no pueden ofrecer la misma representatividad que nosotros. La ley marca unos parámetros legales muy difíciles de cumplir y muy caros para nuestra organización, no hay más historia.

Creo, y lo digo de verdad, que la negociación es el camino adecuado. Siempre he estado en es ámbito, en el de negociar lo que fuera y hacer de intermediario para que el trabajador no sufra el embate con la patronal. Estoy aquí para intentar denodadamente llegar a acuerdos. En una negociación siempre te dejas pelos, cedes, pero merece la pena. Es más trabajoso, desgastar más, lleva más tiempo, pero toda mi intención y mi capacidad y la de la UGT van a estar al servicio de la negociación. Es nuestro objetivo máximo.

UGT fue muy crítica con la gestión de la residencias, el servicio de ambulancias y la sanidad en general durante la primera ola, ¿cómo ve las cosas a día de hoy?

Nunca nos vamos a cansar de denunciar la desprotección que sufrieron esos días los profesionales. Pero hemos idos avanzando. La primera parte de la pandemia nos pilló a todos desprevenidos. Seguimos siendo críticos, pero siempre desde un punto de vista constructivo. Compartiremos con la Administración todo lo que creamos que está mal y, si no hay un cambio de actitud, lo denunciaremos.

 Castilla-La Mancha lidera los ranking de siniestralidad laboral. Las muertes han aumentado incluso en plena pandemia, con la actividad prácticamente parada.

Es dramático pensar que incluso durante el confinamiento los accidentes de trabajo han subido en Castilla-La Mancha de forma casi exponencial. Esto ocurre porque los trabajadores están más sobrecargados. La pandemia ha hecho que las plantillas estén muy tensionadas, las personas que se han quedado lo han hecho con mucho trabajo, incluso por encima de las posibilidades de cada puesto.

La formación sigue siendo un eje básico. No por repetir las cosas 200.000 veces tienen que dejar de repetirse, todos nos olvidamos de cuáles son las normas de seguridad en nuestro puesto de trabajo. La formación ha quedado un poco relegada en la pandemia.

La salud laboral es un eje fundamental para el sindicato. Uno de mis compañeros de la Ejecutiva se va a encargar de ello. Solo somos cinco personas.

Castilla-La Mancha está apostando por el sector logístico como vector de desarrollo, especialmente en la provincias de Toledo y Guadalajara. Es un sector con un trabajo muy precarizado y muchos creen que viene aquí por haber unos convenios más laxos que en Madrid.

Creo que el que vengan estas empresas aquí es más una cuestión de espacio que por tema fiscal o de precariedad. Estamos muy cerca de Madrid y ofrecemos posibilidades de espacio que Madrid no tiene, con buenas instalaciones y buenas comunicaciones, y todo esto es bueno para una empresa de logística.

En cuanto a los convenios, UGT es la primera que ha denunciado a Amazon por actitudes antisindicales a nivel nacional y Guadalajara tiene un convenio propio de logística, porque tiene muchos trabajadores en este sector. Primero se crea el hecho y después la necesidad. Tendremos que estar mucho más pendientes, como en cualquier sector que crezca.

Visto el panorama, ¿ve posible la derogación de la reforma laboral?

Todos los días 11 de cada mes hacemos concentraciones exigiendo la derogación de la reforma laboral. Nos está costando, pero soy optimista, el Gobierno es permeable y consciente de la necesidad de hacerlo.

Los ERTE han funcionado bien durante lo peor de la pandemia. Se teme ahora que muchos de estos ERTE se transformen en ERE.

Los ERTE han funcionado bien. UGT los solicitó desde el principio y tuvimos que luchar denodadamente para que se instauraran. Creíamos que eran una pieza clave para salvar trabajos. Le hablo de marzo, cuando pensábamos que esto iba a durar 15 días.

Seguimos creyendo que es la herramienta, pero también es verdad que hay empresas no los han usado adecuadamente. Hay empresa que los han utilizado para pervivir falsamente, y se van a ir ERE claro. Esta perdida de puestos de trabajo, justo antes de que surta efecto la vacuna, creo que se va a compensar. Se van a extinguir algunas empresas, que ya estaban a lo mejor tocadas antes de todo esto, pero se van a crear muchos puestos de trabajo.

¿Cree que vamos a estar vacunados el 70% de la población para el verano, como dice el Gobierno?

No tengo datos, pero... ¡Ojalá! Quiero ser optimista porque cada semana se habilitan nuevas vacunas. Hace un mes solo teníamos una y, si seguimos a este paso, en un mes tendremos 10. Sin no fuera optimista no me habría presentado (y ríe).