. La responsable provincial de Asaja destacaba lo importante que es que en Europa se discuta sobre el medio rural en general, y sobre el papel de la mujer y de la agricultura en el mantenimiento de la población en los pueblos en particular, así como de los problemas a los que se enfrentan, pero lamenta que «en demasiadas ocasiones las palabras queden en papel mojado o, lo que es peor, se adopten decisiones que nos afectan desde los despachos y de espaldas a la realidad».
Por ello, ha valorado positivamente que se dé la palabra a agricultoras y mujeres rurales en las instituciones europeas, remarcando la intervención que ha tenido en el seminario la agricultora y socia de Asaja Castilla-La Mancha, Mª Ángeles Rosado, quien desde su experiencia personal de productora afincada en Sayatón, una población guadalajareña de 50 habitantes, ha hablado de la problemática a la que se enfrentan día a día en municipios con graves problemas de despoblación. Rosado habló de la realidad de la Europa despoblada y de las desventajas a las que tienen que hacer frente las mujeres en los municipios pequeños por su condición de mujer y por la falta de oportunidades y servicios que se da en estas zonas.
Corroto considera que desde las instituciones se debería trabajar en concienciar a la sociedad de la importancia de la labor que desempeñamos agricultores y ganaderos, y de las dificultades que entraña a veces vivir y trabajar en el medio rural.
Durante el transcurso del acto, presentado por Soraya Rodríguez, europarlamentaria por Ciudadanos y miembro de las comisiones de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria (ENVI) y de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género (FEMM) del Parlamento Europeo, se habló de la importancia de la mujer en el mantenimiento y sostenibilidad de las comunidades rurales de Europa y de cómo su contribución a una producción agraria de calidad y a la seguridad alimentaria y de nutrición, es infravalorada. Y se han dado algunos datos de la realidad de la mujer en el medio rural. En Europa, suponen casi el 50% de la población rural y representan el 45% de la población activa, trabajando la mayoría en explotaciones familiares.