El paro en la provincia aumenta en 15.200 personas

J.S.
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Los meses de verano han producido un empuje significativo pero insuficiente de la contratación. Así, si durante la primavera se destruyeron 8.200 empleos, en los últimos tres meses sólo se han recuperado 5.600. El saldo es negativo.

Oficina de los Servicios Regionales de Empleo en la planta superior de la Estación de Autobuses. - Foto: Yolanda Lancha

El mercado laboral en la provincia de Toledo se enfrenta al segundo estado de alarma vinculado al coronavirus sin haberse recuperado de las consecuencias del confinamiento que vivió España desde mediados de marzo hasta finales del mes de junio.

La Encuesta de Población Activa publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE)certifica que durante los meses de verano se ha producido un empuje significativo pero insuficiente de la contratación. Así, si durante la primavera se destruyeron 8.200 empleos, en los últimos tres meses sólo se han recuperado 5.600. El saldo es, por tanto, negativo.

Además, el incremento  de la contratación no ha evitado que el paro aumentará en la provincia en 15.200 personas en el tercer trimestre del año, lo que sitúa la tasa de paro en el 20,21%de la población activa, casi dos puntos por encima de la media regional (18,34%) y cerca de cuatro puntos por encima de la nacional (16,25%). La provincia soporta además la tasa de paro más alta de la región. Tras Toledo se sitúa Ciudad Real (18,35%), Albacete (17,48%), Cuenca (16,91%) y cierra el ranking Guadalajara con 15,45%.

Los rebrotes del verano que nos han conducido hasta esta segunda ola de la pandemia elevan el número de parados en la provincia a los 69.400. Son 7.300 más de los que había a 31 de marzo y 14.200 más  que los contabilizados en el mismo período del año pasado. En términos interanuales, el paro ha crecido en la provincia un 25,72%.

El desempleo, además, ha vuelto a cebarse con las mujeres. En el tercer trimestre del año, 11.800 mujeres se han incorporado a las listas del paro frente a los 3.400 hombres. Es decir, por cada trabajador que ha perdido su empleo han salido tres mujeres. La desproporción habla por sí misma.