La primera grieta en la derecha

Agencias
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La configuración de la Mesa del Congreso abre una brecha entre el PP y Vox, condenados a entenderse por sus acuerdos autonómicos

La primera grieta en la derecha - Foto: Ballesteros

Destinados a ser aliados durante la legislatura que ahora comienza, por su cercanía ideológica y su posicionamiento claro en contra de un Gobierno progresista de coalición, el PP y Vox no comienzan el nuevo período político con buena sintonía. ¿La culpa? La configuración de la Mesa del Congreso.

En las últimas semanas, antes de la sesión constitutiva de ayer, ya hubo críticas cruzadas, pero la tensión se incrementó en las últimas horas, después de que los de Santiago Abascal rechazasen el pacto propuesto por los populares para que la derecha (incluyendo a Ciudadanos) se repartiera cuatro puestos del órgano de control de la Cámara.

El presidente de Vox advirtió en su cuenta de Twitter que «toma nota» del comportamiento del PP, lo que no augura unas fáciles negociaciones para los presupuestos autonómicos que tendrán que pactar ambas formaciones en la Comunidad de Madrid o Murcia.

La falta de acuerdo entre las dos formaciones casi deja a Vox partido fuera de la Mesa, en la que finalmente logró entrar gracias a que las fuerzas de izquierda renunciaron a hacerle el cordón sanitario que inicialmente habían impulsado. 

Para los derechistas, la postura del PP en este asunto «no ha sido un error de cálculo, sino una traición». Sin embargo, el líder popular, Pablo Casado, considera que es Abascal quien ha «regalado» un representante a la izquierda en este órgano. En un mensaje de Twitter, reprochó a los de Abascal esta división, ya que es «un salvavidas» para el candidato socialista, Pedro Sánchez. La réplica de su socio no tardó en llegar en la misma red social, donde Iván Espinosa de los Monteros culpó a los populares de «entregarse a Podemos». Pero no fue el único intercambio de tuits entre los dirigentes de ambos partidos, que ya iniciaron su enfrentamiento antes incluso de entrar al Hemiciclo. El desencuentro llegó a tal punto que hasta el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, lanzó un tuit con el icono de unas palomitas de maíz acompañando dos de los mensajes en los que representantes de ambos partidos se cruzaron entre sí.

Ahora queda por ver si la relación entre estos dos partidos, condenados a entenderse ya que tienen acuerdos en varias regiones, queda dañada por esta grieta.