Manu Cebrián es uno de los ‘benjamines’ de este Soliss Fútbol Sala Talavera. El madrileño, en su primer año como futbolista senior, está aprendiendo a marchas forzadas lo que supone jugar en la Segunda División y poco a poco va entrando en las rotaciones del técnico Rubén Barrios buscando convertirse en un hombre importante para el conjunto cerámico.

«Poco a poco, trabajando tanto en los entrenamientos y luchando en los partidos uno se va ganando los minutos para poder ser uno más dentro de la plantilla, poder participar y poder ayudar. Estoy contento con el trabajo», destaca el pívot formado en la cantera de la UD Las Rozas -Boadilla.

En la cita de esta pasada jornada, en un escenario mítico del fútbol sala patrio como es el Pabellón ‘Ciudad de Castellón’, el equipo cerámico sacaría un punto, algo que valoraba positivamente el futbolista: «Sumamos otro empate más, pero nos fuimos con buenas sensaciones».

Para Manu Cebrián la cita ante Bisontes Castellón «fue un partido bastante competido en el cual cada equipo hizo su juego, esperando atrás en media cancha para intentar cometer el menor número de errores posibles y buscando las opciones a la contra y corriendo».

El internacional por España en categorías inferiores fue protagonista en esa cita. Y al igual que Anass, le tocó pasar por enfermería tras sufrir un golpe en un lance de juego con un jugador rival en la disputa de un balón.

«Fui a apretar arriba el balón, junto al córner, y al girarse el jugador de Bisontes Castellón soltó el codo para atrás y me impactó en la nariz», recordaba el pívot sobre esa desafortunada acción que le hizo no poder volver al terreno de juego.

«Por suerte todo quedó en un susto. No fue nada, sólo fue un golpe y me empezó a sangrar la nariz y ya está. No fue nada, estoy perfecto y sin ningún problema, todo quedó en una anécdota», apostillaba el joven futbolista.