El Colectivo de Investigación Histórica Arrabal ha reclamado al Ayuntamiento de Talavera que se actúe para frenar el deterioro del puente del arroyo Bárrago. El arqueólogo César Pacheco, integrante de Arrabal, informó a La Tribuna de las reivindicaciones que ha trasladado el Colectivo a la alcaldesa, Tita García Élez, en el encuentro mantenido esta semana, entre ellas el estado del puente del Bárrago. Sobre esta cuestión, señaló que desde el Ayuntamiento están llevando a cabo gestiones «para ver si de una vez se puede solucionar» su problemática.

Como recordó, se trata de una infraestructura del siglo XVI que supone «un ejemplar único en la comarca» que forma parte del término municipal de Talavera en el cordel de Calera, en una vía pecuaria. «Las administraciones se echan unas a las otras la responsabilidad», dijo Pacheco, en alusión a la petición que vienen realizando desde hace años tanto Arrabal como los vecinos de Talavera la Nueva para cerrarlo al tráfico de maquinaria pesada agrícola, «que es la que está destrozando los perfiles del puente», que forma parte del recorrido del Camino Real de Guadalupe.

Pacheco subrayó que este puente precisa una intervención, instando en este sentido tanto a su rehabilitación como a cuidarlo para «frenar su deterioro», para lo que piden que se impida el paso a toda maquinaria y vehículo, permitiendo su uso «en todo caso, a motocicletas y bicicletas» además de dejarlo para uso peatonal o paso de animales. 

En este encuentro, desde el Consistorio talaverano les trasladaron que están en trámites para integrar esta actuación en un programa de ayudas con vistas a financiar su rehabilitación. 

Al hilo de esta cuestión, desde Arrabal plantearon la posibilidad de que se pudiera recuperar, con los fondos que el Ministerio vaya a aportar al proyecto para el desdoblamiento de la antigua N-V a su paso por Talavera, el puente viejo del río Alberche.

Pacheco indicó que se trata de un puente de diferentes épocas de valor arqueológico «bastante notable». «Sería ideal si se pudiera rehabilitar, aunque sea con un tablero o con una calzada prefabricada, ponerle en valor para peatones, para el Camino de Guadalupe por ejemplo que pasa por ahí, que estuviera transitable y fuera una continuación del cordel de Extremadura que venía por ahí y continuara luego por el cordel de Merinas», indicó el integrante de Arrabal. Con ello, dijo, se evitaría pasar por el puente actual, por donde circulan vehículos y que cuenta con una zona peatonal para los ciudadanos.

Callejero. Otra de las propuestas que se pusieron sobre la mesa fue una iniciativa que ya se planteó al anterior equipo de Gobierno encaminada a la instalación de placas de cerámica en el callejero de la zona declarada como Conjunto Histórico donde se recoja «toda la evolución de los nombres de las calles». En ellas, precisó, se podrían leer las diferentes denominaciones que han recibido estas calles a lo largo de la historia. Como indicó Pacheco, la plaza delPan y la del Reloj son dos de las que más cambios han experimentado, con alrededor de una decena de nombres hasta la fecha.

Esta iniciativa, que serviría además para promocionar la cerámica, se suma a otras como la propuesta al Consistorio para adquirir un secadero antiguo de tabaco porque han sido un «elemento fundamental de la historia de Talavera» y alguno de los pilares del entorno del regadío del Canal del Alberche, con azulejos de Ruiz de Luna, de valor patrimonial. La intención, dijo, es que se conserven elementos del patrimonio industrial y agrícola de la comarca.

La situación del edificio de Tresku fue otro de los asuntos que se abordaron durante este encuentro con la alcaldesa, en el que se expuso el papel mediador del Ayuntamiento entre las diferentes partes de la propiedad del edificio para determinar su futuro.

Asimismo, se abogó por la creación de un órgano consultivo para una mayor coordinación entre las áreas de Cultura, Patrimonio e incluso Turismo, para abordar de manera transversal determinada serie de temas y el modelo de ciudad que se quiere para Talavera.

De igual manera, desde Arrabal se pusieron a disposición del Ayuntamiento talaverano para colaborar y aportar sus criterios «para mejorar siempre Talavera y el interés público y colectivo».