El Soliss Talavera vuelve al hoyo

J. M. Loeches
-

Aunque se puso en ventaja, el cuadro de Aceña cae goleado en Santiago y desciende a Segunda B (8-2)

El Soliss Talavera vuelve al hoyo

Apenas doce meses le ha durado el cosquilleo de la Segunda División al Soliss FS Talavera. Y es que los pupilos de Raúl Aceña no cumplieron con lo pactado, que era ganar en la pista del Santiago Futsal para esperar resultados. Y eso que se pusieron por delante y estuvieron en ventaja durante casi toda la segunda parte, pero el empate local antes del descanso y el huracán Dani Zurdo en el inicio de la segunda mandaron a los talaveranos al hoyo. No hubo capacidad de reacción ni con portero-jugador.

El arranque de encuentro no fue del todo malo. Muchas alternativas para unos y otros y quizás más balón para el Soliss Talavera. Pero ya con 0-0 el Santiago Futsal dio buena cuenta de que el contragolpe era su arma más peligrosa. Precisamente en un robo de Sergio, éste combinó con Panucci, a quien le entró un rival, pero, después del rebote, el balón le cayó delante y pudo hacer sin problemas el primero.

El marcador le daba la cara y también en el partido que se estaba jugando en Rivas. Suficiente para celebrar momentáneamente la permanencia. Poco a poco, el equipo gallego fue ganando en dominio y RafaLuque se vio obligado a sacar su catálogo para contener el empate. Replicó en el minuto 8 Anass, que se topó con Liñeira, y luego fue el portero talaverano el que tuvo que hacer otro paradón.

El Santiago Futsal era ahora el que tenía la brújula, pero los cerámicos no estaban dispuestos a desaprovechar los robos y, de nuevo Josete, con un punterazo en el minuto 10, estuvo cerca de aumentar la renta. A partir de ahí, fue un cuesta abajo imposible de detener para los chicos de Raúl Aceña. Dani Zurdo avisó en un saque de banda y Everton con una falta que cortó la barrera defensiva. Mientras tanto, Rafa Luque seguía evitando un escenario dramático que en el bando visitante no querían ni imaginar.

Y es que le sacó dos claras a Ismael y luego presenció como espectador una jugada de Lucas para Zequi, solo dentro del área, que el ‘7’ santiagués envió por encima del larguero. La tónica se mantuvo así hasta que la escuadra talaverana no supo defender otra llegada local que Lucas introdujo en las redes. Ese gol fue el principio del fin, y eso que Anass rozó el segundo a poco del final, pero es que RafaLuque tuvo que entrar en escena otro par de veces antes de entrar en vestuarios.

La sospecha de que la locomotora no marchaba dentro de los raíles la confirmó Dani Zurdo en apenas dos minutos. No se había consumido el primero de la segunda parte cuando el ‘10’ celeste sacó partido a otro despiste visitante y se sacó un latigazo inapelable. Y si Josete pudo haber batido inmediatamente después a Iago Barro, ahora en portería, fue Dani Zurdo el que progresó por el carril central para chutar y poner un 3-1 que sonaba ya a enfermedad incurable.

Y así fue. No se le puede echar en cara al Soliss Talavera que no se fuera arriba. Lo hizo y pudo meterse de nuevo en el encuentro con una estrategia en falta en la que Chino se dio de bruces con la barrera. Panucci agotó la vida talaverana con otro disparo al que respondió bien el guardameta, ya que en el minuto 25, Lucas anotó el cuarto.

Aún así, Chino generó de nuevo peligro a Iago Barro antes de la lesión de Anass, que recibió una entrada muy fea de Everton. Y otro error en posición defensiva permitió a Dani Zurdo marcar el quinto del Santiago Futsal. Ni sesenta segundos después, el mismo protagonista firmó el 6-1 (su cuarto de la tarde) y la con él la esquela del Soliss Talavera.

Creer que se podía remontar ya era un ejercicio para los más píos y los de Raúl Aceña les quitaron la razón. El técnico mandó jugar de cinco y los cerámicos tuvieron mucha posesión, demasiada para el peligro que generaron. Sólo hay que reseñar un buen tiro de Panucci detenido por Iago Barro. No en vano, Dani Blanco hizo dos tantos más para el equipo gallego con objeto de aumentar la agonía. Justo Cáceres marcó el definitivo 8-2, quizás el último gol de su carrera. El más áspero.