Las personas con discapacidad necesitan apoyos y, como sociedad, se tiene la obligación de dárselos porque, aseveró María del Mar Azaña, «una sociedad se mide en el valor de la suma de las capacidades de todos sus miembros». Bajo esta premisa, que no debería ser recordada, la Asociación Provincial de Familias de personas con discapacidad intelectual y del desarrollo (Apanas) aprovechó el Día Internacional de la Discapacidad para reivindicar y visibilizar las muchas trabas que deben superar en cada una de sus rutinas diarias .
Y puesto que, citó la presidenta de la entidad, «la visibilidad es el camino para la inclusión», marcó el «acceso al empleo» como una prioridad porque por todos es conocido que «trabajar supone un empoderamiento de la persona que favorece la autonomía que todos necesitamos». En este sentido, reclamó «derechos y ayudas para acceder a la formación» con el fin de posibilitar que «las personas puedan formarse y optar a un puesto de trabajo».
Sobre uno de los grandes retos a que se debe enfrentar como sociedad, señaló la necesidad de abordar «el envejecimiento de las personas con discapacidad intelectual y de sus familias». Un ámbito que requiere de una respuesta porque «las familias necesitan servicios de alojamiento para poder estar tranquilas, y saber que sus hijos dispondrán de un lugar en el que vivir cuando ellos no puedan seguir cuidándoles».
Con motivo de esta cita llamada a la sensibilización -no sólo de la sociedad sino, sobre todo, de la administración-, estuvieron presentes en la Plaza del Ayuntamiento un nutrido número de miembros de la corporación municipal encabezados por Milagros Tolón, y Javier Pérez Fernández, director general de Discapacidad. Todo ellos, como era de esperar, agradecieron a los responsables, voluntarios, familias y usuarios de Apanas la labor que realizan todos los días del año para ayudar a quien más lo necesita, a las personas más vulnerables».
De hecho, fue la alcaldesa de Toledo la que apreció el trabajo desarrollado durante años por esta asociación hacia la que, afirmó, «tenemos un sentimiento especial» y una trayectoria de acción conjunta. En este punto, explicitó su compromiso a seguir «renovando el convenio de colaboración con esta entidad social» y anunció que desde el Ayuntamiento se ha ofrecido a Apanas «una colaboración en las distintas zonas deportivas del patronato municipal». No en vano, «la mejor forma de integración es el trabajo».
Por su parte, se refirió el director general de Discapacidad al colectivo como «la mayor minoría del mundo» que, en la región, está compuesta por más de 140.000 personal. Cifras, pero no sólo, que evidencian la necesidad de avanzar en la consecución de plenos derechos y de las mismas oportunidades sociales.