Pseudoconfinamiento o colapso en octubre

F. J. R.
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Jesús Porro, vicesecretario de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos en Toledo, alerta de que políticos y gestores «van muy lentos y no han aprendido nada»: «Si en Toledo no se realiza un pseudoconfinamiento en octubre estaremos colapsados»

Pseudoconfinamiento o colapso en octubre - Foto: Yolanda Lancha

Desde hace un mes, lenta y progresivamente, ha ido aumentando la presión asistencial en el Virgen de la Salud por el coronavirus. No hay muchos enfermos en la Unidad de Cuidados Intensivos, «unas 21 camas por Covid en el día de ayer de 36 disponibles», pero la progresión no se detiene. Cada vez hay más casos y van menguando la capacidad del hospital.

Los quirófanos, a pesar de lo que se anuncia, no están todos abiertos. La pandemia ya está cerrando muchos y cada vez es más habitual suspender una operación tras dar el paciente positivo por Covid.

Así, irremediablemente, comienzan a juntarse los elementos de lo que puede ser la tormenta sanitaria perfecta, una catástrofe a la que muchos médicos se ven abocados y ante la que, critican, no se han puesto medios ni remedios.

«Cuando llegue la gripe nos vamos a colpasar, es algo que ya pasa todos los años de forma habitual, así que ahora con el coronavirus no te quiero ni contar», afirma el doctor Jesús Porro, vicesecretario en Toledo de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos, que tiene claro que una de las causas de la saturación en los hospitales es que «no hemos aprendido nada de la primera ola, ni los médicos ni los políticos».

En su opinión, los profesionales sanitarios pecaron de desconocimiento en los primeros momentos de la pandemia y terminaron «apechugando con todo»; y ahora la segunda ola es responsabilidad de los políticos y los gestores sanitarios, porque «van muy lentos y no han aprendido nada».

No se ha puesto remedio a muchas situaciones, como el refuerzo de las plantillas, que ahora pillan a la sanidad con los pantalones bajados. De nada sirve abrir plantas de hospitales si no hay gente para dar servicio. Y eso, en opinión del anestesista Jesús Porro, es consecuencia de una mala gestión que viene de antiguo. «Al sanitario se nos ha maltratado y ‘malpagado’ desde hace años, y muchos se han ido por eso a trabajar fuera de España. La falta de médicos de la que ellos hablan es mala gestión de esos mismos políticos», señala a la vez que, además del personal, el aparataje es en su mayoría viejo y obsoleto. Una falta de inversión en general que está produciendo sus consecuencias y que pilla a los profesionales sanitarios en la primera línea.

«Psicológicamente estamos todos muy tocados. Al Sescam no le importa la salud mental de los sanitarios. Él es el patrón y solo quiere que trabajes. La prueba es que yo mismo me infecté en la primera oleada y a mi mujer, sanitaria también, ni la aislaron ni la hicieron PCR, ni nada. La pusieron en una oficina a trabajar sabiendo que podía estar infectada», comenta sobre su experiencia personal el representante de CESM en Toledo.

Por eso, Jesús no duda en afirmar que, tras los duros momentos de hace unos meses, «la masa médica no estamos mentalmente preparados para una segunda ola de coronavirus». Por ello, advierte desde ya aunque quizás sea demasiado darte: «Si en Toledo no se realiza un pseudoconfinamiento en octubre estaremos colpasados».

«No me refiero a algo como en Madrid, que es una tontería, porque de nada sirve confinar por calles, sino algo que de verdad sea eficiente. La gente no puede dejar de ir a trabajar, pero hay que limitar el ocio nocturno y evitar las uniones sociales, las familiares principalmente. Esos son los principales focos de contagio», explica el galeno, que no comparte las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con las que afirmó que el virus era ahora muchos menos mortal. «No es que se mueran menos, pero ahora sí que se diagnostica más que antes, y la tasa de mortalidad se calcula con los casos contrastados», señala para terminar descartando otro falso mito del coronavirus, como que ataca y hace más daño a las personas mayores. «En la UCI de Toledo tenemos gente muy joven, chavales de 17 y 20 años. Aquí la media de edad hace nada era de 40 años y ahora ha subido hasta los 50. No estamos hablando de abuelitos», sentencia.