Fumar porros tiene consecuencias evidentes y muy graves para la salud. No es una tontería y solo es necesario echar un vistazo a los datos, elocuentes y brutales. El consumo de cannabis supone la primera causa de psicosis en adolescentes. La mitad de los jóvenes diagnosticados de psicosis y esquizofrenia, según las estadísticas médicas de diferentes estudios, son consumidores habituales de marihuana.

Así lo recordó el psiquiatra  del programa de transición y primeros consumos del Complejo Hospitalario de Toledo, Elías García Martín de la Fuente. Lo hizo en el marco de las I Jornadas de la Asociación Mental de Castilla-La Mancha, que preside el doctor Eduardo Mirón, jefe del Servicio de Psiquiatría del Complejo Hospitalario de Toledo, y que llevan por título ‘Trauma-Psicosis’ donde los profesionales abordarán aspectos sanitarios y clínicos como el estrés, la neurosis o los problemas de conducta.

Martín de la Fuente indicó que el 60 por ciento de los 350 jóvenes valorados en el programa  de transición presenta una patología psiquiátrica que no estaba detectada, incidiendo en que seis de cada diez adolescentes en los que se verifica un diagnóstico de trastorno por uso de sustancias u adicciones a las nuevas tecnologías, sufren la presencia de otra patología mental asociada.

El doctor explicó que el objetivo de programa es la valoración y detección de la patología psiquiátrica antes de que los pacientes lleguen a consulta, para resolver el problema de la demora en el tiempo de atención, toda vez que normalmente las personas con una enfermedad mental tardan «hasta ocho o diez años» en acudir al médico y recibir el diagnóstico. «Esto ocurre porque esperas a que la patología se consolide y nosotros lo que hacemos es intervenir sobre los factores de riesgo para evitar que aparezca la patología en la etapa de adolescencia cuando hay un montón de riesgos asociados como son el inicio de los consumos, de trastornos alimentarios o los cambios a nivel físico», recalcó.

El marcador del consumo es el que utilizan para detectar los problemas antes de su aparición, insistió, refiriéndose a la psicosis como la patología «más grave», pero sin olvidar la ansiedad, la depresión o los trastornos de alimentación.

Sobre el cannabis, el psiquiatra explicó que se trata de una droga que tiene «un componente alucinógeno que si no se elimina da síntomas muy floridos alucinatorios», aludiendo a que los chavales «minimizan» el consumo de la marihuana, asociándolo al ocio, cuando puede desencadenar «síntomas muy graves».

También se refirió al consumo de esta droga en «chavales que tienen problemas de ansiedad o depresión y que les alivia el malestar y tapa la patología y tapa también situaciones de acoso o maltrato que hay detrás y no se ven porque parece un consumo de ocio sin más», comentó.

 «Tenemos que intentar que los chavales maduren antes, porque ellos no ven el riesgo», enfatizó el doctor.

Fue charla fue la primera de las propuestas en las Jornadas que fueron inauguradas por la coordinadora de Salud Mental de Castilla-La Mancha, Teresa Rodríguez, el jefe de servicio de Psiquiatría de Toledo y presidente de la Asociación Mental, Eduardo Mirón, y la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, quien abogó por la visibilidad de la salud mental para alcanzar la normalización en la sociedad de esta área sanitaria.