La Archidiocesis suplirá con créditos la caída ingresos

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Cierra el ejercicio 2019 en equlibrio pero este año los ingresos de las parroquias han descendido un 65% y la recaudación en los centros turísticos ha bajado 78,78%

La Archidiocesis suplirá con créditos la caída ingresos - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

La Archidiócesis de Toledo rinde cuentas como cada año y presenta un balance de 2019 equilibrado, con 42,23 millones de euros de ingresos y 42,49 millones de gastos, es decir, un resultado de 261.580 euros de pérdidas. El problema va a venir con el ejercicio en curso. Según explica el ecónomo diocesano, Anastasio Gómez, a fecha 1 de octubre los ingresos de las parroquias han descendido un 65% y la recaudación en los centros turísticos ha bajado 78,78%. En consecuencia, y solo pensando en cubrir los gastos prioritarios (empleados, sacerdotes y religiosos en general, asistencia social a las personas necesitadas), se va a recurrir al endeudamiento «dentro de lo razonable».

La labor social de la Iglesia de Toledo le ha llevado a atender directamente el año pasado a 36.202 personas en los centros de asistencia a emigrantes, refugiados y prófugos, de menores, jóvenes y tutela de la infancia, de la mujer y víctimas de violencia, de defensa de la familia y de la vida, de rehabilitación para drogodependientes, guarderías, casas para ancianos, enfermos crónicos y personas con discapacidad y dispensarios.

Además mantuvo su habitual actividad pastoral (bautizos, confirmaciones, comuniones y matrimonios), así como un importante papel cultural y patrimonial.

La Archidiocesis suplirá con créditos la caída  ingresosLa Archidiocesis suplirá con créditos la caída ingresos - Foto: Yolanda Lancha

271 parroquias y 37 monasterios componen la Archidiócesis mientras que su personal religioso lo forman 548 sacerdotes, 184 misioneros, 53 seminaristas, 2.405 catequistas, 1.062 religiosos, 1 diácono permanente, 520 monjas y monjes de clausura

En cuanto a las cifras, los ingresos han sido 7,8 millones de aportaciones voluntarias de los fieles (quienes no puedan asistir a los templos lo pueden hacer por internet: donoamiiglesia.es); 5, 8 por la asignación tributaria (Fondo Común Interdiocesano), 13,1 de ingresos de patrimonio y otras actividades. 8,7 de otros ingresos corrientes (servicios, subvenciones) y 6,7 de ingresos extraordinarios (enajenaciones, Cáritas).

En cuanto a los gastos se desglosan en acciones pastorales y asistenciales (9,2 millones), retribución del clero (6,5), retribución del personal seglar (3,1), aportaciones a los centros de formación (2 millones), conservación de edificios y gastos de funcionamiento (14,1) y gastos extraordinarios en construcciones y rehabilitaciones. (7,2).

En la presentación de las cuentas estuvo el arzobispo, Francisco Cerro, que por encima de la tranquilidad que transmiten las cifras del ejercicio anterior destaca que el presente y el futuro se manifiestan «complicados» si bien lanza un mensaje optimista y apela a la «creatividad» para salir adelante. En cualquier caso, afirma que «la caridad no está en crisis» y reitera que para la Iglesia, en este momento más que nunca, el objetivo es estar cerca de quienes más sufren y poner en primer plano a las personas (el resto de cosas pueden esperar).