Unanimidad en el «satisfactorio» balance de 'aTempora'

Leticia G. Colao
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Ceramistas, Fracaman, Tierras de Cerámica y Amigos del Museo reconocen que los ecos de la muestra se extienden más allá de la repercusión artesana siendo clave el ámbito económico y turístico

Unanimidad en el «satisfactorio» balance de 'aTempora' - Foto: Manu_Reino

Apenas una semana después de cerrar sus puertas, la exposición ‘aTempora Talavera. 6.000 años de cerámica en Castilla-La Mancha’ sigue despertando sentimientos sólo comparables a la trascendencia de la muestra. Seis meses y más de 100.000 visitantes más tarde, la ciudad de Talavera recoge los frutos de un impulso que se ha dejado notar por supuesto en el sector de la cerámica, pero que ha sido igualmente positivo para la economía y el turismo.

Cuando aún se están recogiendo y protegiendo convenientemente las piezas para trasladarlas a Burgos o a sus respectivos museos, se dejan oír las primeras voces de un balance que, a nivel artesano, «ha vuelto a poner a Talavera en el mapa y ha dejado claro que, además de la cerámica histórica y tradicional, ha puesto en valor la contemporánea, el presente y el futuro de nuestra seña de identidad».

Así lo manifiesta Roberto Perea, ceramista y presidente de Fracaman (Federación de Artesanos de Castilla-La Mancha), quien recuerda que la cerámica talaverana «no acaba aquí» ya que hay muchos talleres que continúan con la tradición y con nuevos diseños «a los que hay que promocionar por todo lo alto». 

‘aTempora Talavera’ ha dejado muy buen sabor de boca en todos los sectores consultados por La Tribuna. Ceramistas, la Federación de Artesanos, Tierras de Cerámica y la Asociación de Amigos del Museo ‘Ruiz de Luna’ han coincidido en destacar la muestra como un evento «beneficioso y satisfactorio» con una «repercusión» que ha trascendido las fronteras nacionales.  

Para el sector de la cerámica, la celebración de la magna exposición ha significado «poner en valor» un arte que, aunque recuperándose, no llega a reconocerse nunca en su justa medida. Juan Carlos Albarrán, de Centro Cerámico Talavera, asegura que ‘Atempora’ ha servido no sólo para dar «importancia» a la producción talaverana sino también para «ofrecer una visión diferente de la cerámica, no sólo a la gente que ha venido de fuera, sino casi más a los propios talaveranos».

La reunión en la ciudad de más de 1.200 piezas procedentes de museos, algunas de ellas nunca cedidas, y otras muchas procedentes de colecciones privadas, «ha servido como reclamo y a la vez visibilizar la cerámica, a lo largo de la historia pero también la que se hace ahora» y esto se ha notado ligeramente en las ventas, «ha sido un acicate más», dice Albarrán.

Tanto es así, que algunos visitantes han querido conocer, antes o después de visitar la exposición, el proceso artesano real que se realiza en los talleres talaveranos para dar forma a unas piezas conocidas mundialmente. Así lo explica Mónica García del Pino desde Cerámica Artística San Ginés, tras recordar la presencia de varios grupos que han tenido el privilegio de conocer en su taller el trabajo del artesano del barro desde el principio hasta que la pieza está prácticamente finalizada. A partir de aquí, explica, «conocen la dificultad de realización y ya lo ven de otra manera, lo valoran mucho más y no creen que sea cara, sino costosa de elaborar».

La divulgación que ha tenido el arte talaverano ha ido incluso más allá, ya que algunos visitantes han asistido después a talleres locales con la idea de llevarse la reproducción de alguna pieza vista en la exposición, siendo un total de siete encargos de este tipo los realizados para el extranjero. 

Los ceramistas coinciden principalmente en que una de las grandes repercusiones de ‘aTempora Talavera’ ha sido atraer a los visitantes «no sólo a la cerámica tradicional, sino dar a conocer que tiene muchas más posibilidades, que con ella se puede hacer cualquier cosa que se nos venga a la cabeza».

Antonio García Cerro, con dos obras en la sección de cerámica contemporánea de la muestra y autor de los dos murales que servían de bienvenida en Santa Catalina, reconoce igualmente la importancia de una muestra de estas características e insiste en la «calidad» de las piezas actuales tras una evolución lógica.

«un antes y un después». La portavoz de la Asociación ‘Tierras de Cerámica’ que promueve el expediente para que las técnicas artesanales sean reconocidas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, no ha escatimado en elogios para una exposición «magnífica, maravillosa que ha puesto a Talavera y su cerámica en el escaparate de todo el país». Pilar Campillejo considera que «es un antes y un después» ya que «será difícill que se vuelva a ver una exposición igual».

Desde Tierras de Cerámica consideran que ‘aTempora Talavera’ ha servido para «poner en valor el trabajo de los artesanos», así como la importancia de una artesanía que se ha mantenido desde hace siglos y que aún hoy utiliza algunas técnicas del siglo XVI.

Por su parte, Francisco Peñalver, presidente de la Asociación de Amigos del Museo ‘Ruiz de Luna’,  destaca como uno de los «grandes éxitos» el «acercamiento de tal variedad de piezas» de difícil acceso para el público no especialista, unido a la labor didáctica propiciada no sólo por los guías de la exposición sino también por las visitas para los escolares y su aproximación desde pequeños al arte del barro. 

Peñalver confía además en que ‘aTempora’ pueda haber «suscitado inquietudes desconocidas» a aquellos que se hayan acercado por primera vez al mundo cerámico «descubriendo posibilidades creativas», a las que se suma la restauración de más de 200 piezas. 

El turismo, con las cuatro sedes que forman parte del patrimonio talaverano, y la incidencia en la vida urbana con un continuo tránsito de turistas, conlleva igualmente un gasto en el tejido comercial y hostelero de Talavera.

Unos meses de intenso «baño cerámico», dice Peñalver, que ya ha dejado en la retina de todos la belleza, la utilidad y el alma de estas piezas con el barro como hilo conductor, y sobre todo, «valorando una de las señas de identidad en el patrimonio cultural y material de Talavera, la cerámica».