Castilla-La Mancha lleva mes y medio de vendimia desde que se empezaron a recoger las variedades más tempranas. El consejero de Agricultura apunta que todavía deben de quedar unos diez días de campaña, pero parece que está salvada en la parte sanitaria. «Hasta el momento no hemos tenido ningún brote vinculado a la vendimia», ha indicado hoy Francisco Martínez Arroyo, «dentro de la dificultad del momento, nos podemos sentir satisfechos».

Ante las exigencias adicionales impuestas por el coronavirus, el consejero confirma que la vendimia se ha venido desarrollando bien y que se van a poder recoger con normalidad los 23 millones de hectolitros que se esperan de vino y mosto, una cifra en la media de otras vendimias. «Creo que viticultores, bodegas y cooperativas han estado a la altura en una situación excepcional», corroboró.

Pero además de haber salvado la campaña en la parte sanitaria, que generaba mucha incertidumbre en agosto, la vendimia de este 2020 destacará por su calidad. Al menos es lo que subraya el consejero: «La uva ha entrado probablemente en mejores condiciones que en ninguna de las diez últimas campañas». Recordó que en parte ha tenido mucho que ver que al sector se le ha limitado tanto la graduación con la que puede entrar el fruto como la productividad de las explotaciones. «Nuestro objetivo es vender mucho vino de Castilla-La Mancha, presumir del vino de Castilla-La Mancha y lo tenemos que hacer con un vino que, no solo sea de calidad, sino que podamos contarlo», reivindicó.

En esta línea de reforzar la calidad, avanzó que está trabajando con el Ministerio de Agricultura para incrementar la retirada de subproducto. Calcula que probablemente la semana que viene algo se puede concretar.