La quinta ola del coronavirus remite claramente en Talavera, donde en las tres últimas semanas se han registrados descensos significativos en la detección de nuevos casos de la enfermedad. La transmisión de la enfermedad alcanzó su cota más alta la última semana de julio y la primera de agosto y a partir de entonces ha ido remitiendo, si bien los datos siguen siendo todavía muy relevantes.

Según los datos publicados ayer por la Consejería de Sanidad, Talavera registró en la última semana 168 casos, una cifra levemente más baja a la que se había registrado en la semana del 9 de agosto, con 177 nuevos contagios confirmados por prueba PCR o test de antígenos. El último dato sobre la tasa de incidencia acumulada a catorce días se sitúa de esta forma en 412,6 casos por 100.000 habitantes, lo que por un lado confirma la mejora de la situación de transmisión del virus, pero, por otro, revela que sigue siendo muy alta. En este sentido, cabe reseñar que la cifra está muy por encima de los 250 casos por 100.000 habitantes que marcan el umbral de riesgo extremo, según el semáforo Covid del Ministerio de Sanidad. 

También en buena parte de los municipios de la comarca se siguen notando los efectos de esta quinta ola de la pandemia. Calera y Chozas es el municipio en el que mayor impacto se registra en este último periodo, ya que contabiliza 16 casos de Covid-19 en esta última semana y doce en la anterior, mientras que en la Nava de Ricomalillo se han diagnosticado 9 casos en los últimos siete días y trece en los anteriores. También localidades como Alcaudete de la Jara, Aldeanueva de San Bartolomé o Belvís de la Jara mantienen una incidencia importante, con ocho, seis y nueve casos respectivamente en los últimos siete días. Escalona, Santa Olalla o La Pueblanueva son otros de los municipios con datos más altos.