Los propietarios de Alfonso VI ejecutan la demolición

J. Monroy
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Tendrán que tirar la tercera planta del inmueble y asegurar los forjados inferiores. Además, han solicitado licencia para hacer una demolición interior del mismo, para un nuevo proyecto

Los propietarios de Alfonso VI ejecutan la demolición - Foto: Yolanda Lancha

Parece que el estado calamitoso de uno de los inmuebles abandonados más llamativos de la ciudad está cerca de su punto final. Los propietarios del edificio de arquitectura popular con entrevigado visto situado en el número 7 de la calle Alfonso VI (junto a la parroquia de Santiago del Arrabal) han iniciado la orden de demolición decretada por el Ayuntamiento en 2017. Además, han solicitado una segunda licencia para hacer también una demolición interior del mismo, lo que les permitirá desarrollar un nuevo proyecto.

Fue el 27 de julio de 2017 cuando la Concejalía de Urbanismo decretó una orden de ejecución del inmueble para evitar la peligrosidad del mismo. Ante la ausencia de medidas de conservación del edificio, este presentaba patologías evidentes de posible colapso en su planta superior. Además, carecía de los suficientes elementos laterales para sostenerlo, lo que según los técnicos municipales, podría provocar un vuelco de esta última planta. De ahí que Urbanismo ordenara la demolición completa de la parte superior del inmueble, así como la protección del forjado para evitar su degradación, y limitar así los posibles daños. La obra, apuntó el Ayuntamiento, se tendría que ejecutar de manera inmediata, ante el peligro para la vía pública, y siempre bajo la dirección de los técnicos competentes.  

Desde entonces, ha llegado a estar vallado. Pero hasta el momento, por problemas de interlocución con los siete propietarios del edificio, no se había ejecutado la actuación.  Por esa razón, el Ayuntamiento llegó a emitir órdenes de ejecución subsidiaria, con multas coercitivas desde febrero de 2018 por valor de 423,5 euros. También apercibió la posibilidad de intervenir subsidiariamente. De hecho, ante el peligro para los viandantes y las viviendas adyacentes, el Consistorio llegó a pedir a los juzgados permisos para demoler esta última planta.

Reforma interior. Mientras la propiedad afronta por fin la esperada demolición, ha solicitado también licencia municipal para la demolición de la parte interior de los pisos inferiores, que se tienen que mantener, para la ejecución de otro proyecto.

Esta actuación tiene ya el visto bueno del Servicio de Patrimonio de la Junta, tras el preceptivo estudio histórico y arqueológico de este inmueble, que aunque no es BIC, sí es un edificio protegido con el nivel E, sobre todo por su fachada. Faltan cuestiones puntuales para que llegue el visto bueno.

El edil de Urbanismo, Teo García, quiere constatar tras el inicio de la demolición y la solicitud para actuar en el interior, que este inmueble es el ejemplo de proceso a cuyo término se alcanza una solución que tiene en cuenta la seguridad por un lado y la protección del Patrimonio, teniendo en cuenta que se va a mantener la planta baja y que toda la rehabilitación tendrá en cuenta la protección patrimonial y las condiciones del Plan Especial del Casco, incluida la paleta de color.