El Talavera cae de pie ante el Sanse

Estefanía Fernández/ADG
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El equipo de Víctor Cea pierde por 2-1; tras encajar el segundo rozó el empate en varias jugadas, una de las más claras la última del partido

El Talavera cae de pie ante el Sanse - Foto: UD Sanse

Sanse: Felipe; Barreda, Juanra, Ofoli Quaye, Diego Simón, Paredes; Cidoncha (Arturo, min. 69), Barril (Manu Miquel, min. 69); Carlitos (Jime, min. 79), Marcelo y Dani Pichín (Borja Sánchez, min. 58).

 

Talavera: Edu; Choco, Bourdal, Juanma, Góngora; Dorrio, Vicente, Ceberio, Añón; Pablo Monroy (Héctor, min. 85) y Rodrigo (Edmilson, min. 78).

 

Árbitro: Orellana Cid (Comité andaluz). Amonestó con tarjeta amarilla a los jugadores locales Carlitos, Barreda, Borja Sánchez y Felipe y al visitante Añón.

 

Goles: 1-0 Barreda (min. 1). 1-1 Góngora, de penalti (min. 44). 2-1 Arturo (min. 71). 

 

Nuevo Matapiñonera. 600 espectadores.

 

Encajó un gol a los 37 segundos, pero se repuso y murió con orgullo en un Nuevo Matapiñonera inexpugnable desde hace casi medio año. El Talavera cayó por la mínima ante el Sanse en su estreno en la segunda fase y se alejó aún más de los puestos que dan acceso a pelear por el ascenso a Segunda. El equipo de Víctor Cea, eso sí, dejó motivos para la esperanza. Los visitantes fueron de menos a más y lograron empatar el tempranero tanto de Barreda por medio de Góngora, que transformó un penalti cometido sobre Dorrio. Mediado el segundo tiempo, Arturo firmó el 2-1 y el portero local Felipe, en el minuto 95, evitó el empate de Bourdal con un paradón. 

 

El Sanse inauguró el marcador en su primera aproximación. La acción nació de una recuperación en campo del Talavera: Carlitos filtró un pase a la espalda de Góngora, Barreda atacó el espacio, le ganó la posición al lateral malagueño y colocó su disparo lejos del alcance de Edu desde el interior del área. El tanto supuso un mazazo para el equipo cerámico, pero los pupilos de Víctor Cea reaccionaron al golpe con entereza. Ante la dificultad de encontrar huecos en una línea de tres centrales, los visitantes probaron fortuna con disparos lejanos. Un cañonazo de Góngora se marchó a escasos centímetros del larguero, y otro lanzamiento de Vicente obligó a Felipe a intervenir. 

 

El conjunto talaverano no era capaz de hacerse con el control de la pelota, pero creaba mucho peligro en las transiciones. La ocasión más clara del primer tiempo, de hecho, llegó en un contraataque magníficamente dirigido por Dorrio. El extremo bilbaíno imprimió velocidad y pausa cuando tocaba; al observar la entrada de Ceberio por el carril zurdo, le sirvió un balón en bandeja que el mediocentro, solo, mandó arriba con la pierna izquierda. El Talavera volvió a perdonar minutos después, al filo de la media hora. Góngora aprovechó un fallo de concentración del Sanse y ejecutó rápido un saque de banda que dejó a Rodrigo solo frente a Felipe. El delantero brasileño tardó en armar la pierna y, cuando lo hizo, ya encimado, disparó al lateral de la red. El penúltimo aviso antes del descanso lo dio Añón, que empaló arriba un centro lateral de Choco. Los anfitriones inquietaron con las diagonales de sus activos extremos. En una de ellas, tras ganar Dani Pichín la espalda de Choco, Edu tuvo que intervenir para desviar el uno para uno. 

 

Los hombres de Cea daban la sensación de ir a más, y lo corroboraron al sellar el merecido empate justo antes del descanso. En el minuto 43, tras una internada de Pablo Monroy por el costado diestro, Diego Simón derribó a Dorrio en el interior del área y el árbitro no dudó en señalar los once metros. Góngora engañó a Felipe y anotó un gol psicológico que hizo justicia. Edu, eso sí, apareció de nuevo en el añadido para detener otro mano a mano con Pichín.

 

El Talavera mantuvo en el inicio del segundo acto la buena imagen que enseñó en el final del primero. El equipo blanquiazul -hoy completamente de negro- se adueñó del esférico y acosó la meta de Felipe desde el inicio. Góngora, con un misil a los que acostumbra, y Dorrio generaron los primeros avisos serios sobre la meta de la escuadra madrileña. Poco a poco, el Sanse consiguió revertir el dominio cerámico y asestó una puñalada mortal a su contrincante en el minuto 71: Arturo, revulsivo, remató un centro medido de Carlos Portero y colocó el 2-1 en el marcador. Vuelta a empezar. Un tiro seco de Vicente fue el siguiente aviso de los visitantes. Cea movió el banquillo y dio entrada a Edmilson y Héctor para tratar de aportar oxígeno en ataque. El cuadro talaverano se volcó en los últimos compases en busca del empate, pero no supo resolver varias acciones de peligro, como una de Ceberio tras recibir solo en el segundo palo un centro de Góngora. El donostiarra, al igual que en el primer acto, no fue resolutivo para acabar la jugada con un remate certero. Además, el Talavera protestó un posible penalti sobre Edmilson en el minuto 87: el guineano caracoleó por banda izquierda y cayó ante Jime, pero el colegiado no consideró suficiente el contacto. No desistió la escuadra de Cea, que estuvo a punto de firmar la igualada en el 95. Góngora colgó un saque de banda que Bourdal enganchó de volea, pero Felipe despejó su disparo abajo y dejó sin puntos al cuadro de El Prado.