Acuerdo amargo sobre la bocina entre bomberos y Ayuntamiento

I.G.Villota
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Irá a la Mesa General el martes y el miércoles será aprobado por la Junta de Gobierno. Los efectivos creen que olvida aspectos fundamentales para ellos pero firmarán «por agotamiento»

Acuerdo amargo sobre la bocina entre bomberos y Ayuntamiento - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

Fumata blanca aunque con sabor amargo para una de las partes. Los bomberos del servicio municipal y el Ayuntamiento de Toledo han alcanzado un acuerdo laboral sobre la bocina, cuando está a punto de expirar la legislatura, tras cuatro años de negociación con momentos tensos, como la pitada a la alcaldesa, Milagros Tolón, durante la apertura de la feria de artesanía Farcama en octubre, por recordar uno de ellos.

El acuerdo será revisado el lunes por ambas partes, dado que en el texto definitivo aparecen dos detalles que no convencen a los bomberos, y se elevará a la Mesa General de negociación del Consistorio el martes para que el miércoles, 8 de mayo, la Junta de Gobierno Local lo apruebe definitivamente.

Los bomberos del Parque municipal llevan años de reivindicaciones en materia laboral, sobre salarios, renovación de materiales e instalaciones, y no renuncian a continuar con ellas durante la próxima legislatura, toda vez que la sensación de los efectivos no es buena. «Vamos a firmar por agotamiento, pero el acuerdo no nos beneficia como trabajadores», manifiestas a La Tribuna fuentes sindicales del Parque.

Renunciaron, para no bloquear el pacto, aseguran, a sus principales demandas como la reclasificación directa al grupo C1, es decir, la subida de categoría profesional, y la llegada finalista de los fondos Unespa para compra de material y formación. «En esta legislatura ha llegado un millón y se han gastado 300.000 euros», se quejan.

Convencidos de que el Gobierno local ‘venderá’ este acuerdo como un gran logro, quieren rebajar el «triunfalismo» y recalcar que han aceptado el incremento de la jornada laboral ordinaria de 35 a 37,5 horas semanales, algo que no tienen el resto de funcionarios del Ayuntamiento, para «mitigar la falta de plantilla» a cambio del cobro de horas extra «a lo que les corresponde y no por debajo, como ocurría hasta ahora», subrayan.

Atendiendo a lo reflejado sobre el papel, el acuerdo está estructurado en once puntos. El primero habla de la plantilla del servicio, fijada en 77 plazas, incluyendo al auxiliar administrativo. «Las plazas vacantes se cubrirán inmediatamente con funcionarios de carrera, siempre y cuando el marco legal lo permita», dice el texto.

Se establece un cuadrante diario de servicios de 13 efectivos. «Las sustituciones por ausencia de personal de guardia se cubrirán en todos los casos salvo por ausencias inferiores a siete horas».

Se modificará la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) con la creación de la figura del Jefe de Servicio de Guardia que tendrán una jornada de 24 horas ininterrumpidas. Estas plazas se cubrirán por promoción interna.

El complemento de productividad anual por exceso de jornada ordinaria se fija «en todos los casos» a 20,20 euros la hora, al ‘precio’ de bombero conductor, uno de los apartados que revisarán el lunes ambas partes a petición de los efectivos.

También contempla un plan de formación continua de una guardia de 24 horas, es decir, un descuento de una guardia para formación.

El texto establece que el acuerdo entrará en vigor al día siguiente de su aprobación por el órgano municipal competente, es decir, el mismo miércoles 8 de mayo, si nada se tuerce. Y no podrá revisarse «antes del 31 de diciembre de 2020». Así aparece reflejado en el documento, con fecha 3 de mayo, que emite el concejal de Hacienda y Personal del Ayuntamiento, José Pablo Sabrido.