Los arquitectos piden soterrar y no trasladar la estación

C.S.Jara
-

El Colegio de Arquitectos concluye en sus alegaciones que ninguna de las alternativas propuestas resuelve los problemas de comunicación norte-sur en el interior de la ciudad y quiere que la estación se mantenga donde está

Los arquitectos piden soterrar y no trasladar la estación - Foto: Manu_Reino

El Colegio de Arquitectos no comparte las alternativas propuestas para el trazado del AVE por Talavera, ni la ubicación de la estación. La demarcación de Toledo del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha lo ha dejado patente en sus alegaciones al estudio informativo del tramo Madrid-Oropesa del AVE a Extremadura, en las que defiende el soterramiento y el mantenimiento de la estación en su ubicación actual.

Este colectivo defiende la opción del soterramiento «como solución lógica a una ciudad compacta y sostenible» y como opción de futuro para «eliminar el impacto paisajístico, la contaminación acústica, soluciona la movilidad urbana y genera una gran avenida que articula  la ciudad en su crecimiento futuro».

El presidente del Colegio de Arquitectos en Toledo, Carlos Rojo, explica con respecto al trazado que ninguna de las dos alternativas planteadas en el estudio recoge el soterramiento, «obviando el planeamiento urbanístico municipal en vigor y los distintos acuerdos entre administraciones firmados con anterioridad». En este sentido, recuerda por una parte la tramitación realizada con anterioridad sobre este trazado del AVE, en la que el tramo del núcleo urbano no se incluía, en virtud del convenio firmado entre Ayuntamiento, Junta, Ministerio de Fomento y Adif.

«No se entiende por qué se ha introducido el tramo de Talavera en este nuevo estudio informativo, ya que este tramo ya estaba resuelto de forma independiente al resto de los tramos», argumenta el colectivo de arquitectos en su alegación.

Coincide además con el Ayuntamiento en que el Plan de Ordenación Municipal diseña una ciudad que crece hacia el norte, partiendo del soterramiento de la línea férrea actual: «Han pasado más de diez años y seguimos teniendo la barrera de la línea de ferrocarril que impide los desarrollos norte definidos en el planeamiento actualmente en vigor», argumentan. Para el Colegio de Arquitectos, en el futuro se repetiría el mismo problema de efecto barrera que hay con el actual trazado: «Cuando se trazó la línea férrea actual, se situaba alejada de la ciudad y en cien años se ha llegado hasta ella, lo que nos lleva a pensar que su traslado hacia el norte supondría en el futuro un nuevo límite si la misma vuelve a discurrir en superficie».

No es mejor la opinión que este colectivo mantiene con respecto a las dos ubicaciones propuestas para la nueva estación del ferrocarril: «Ninguna de las dos opciones nos parecen idóneas», aseveran en su alegación. Sobre la que se sitúa más hacia el oeste señalaban que está muy próxima a un paso elevado, con accesos rodados e incluso peatonales de escasas dimensiones y con pocas o nulas posibilidades de ampliación de estos viales. A la opción que quedaría más hacia el este también le ve problemas de acceso rodado, escasa superficie de desarrollo y un acceso por calle de poca anchura. En ninguno de los casos considera suficientes los aparcamientos proyectados, para el tránsito diario de pasajeros que puede tener la estación.

Con estos argumentos, el Colegio concluye que la estación estaría bien dónde está: «En las inmediaciones de la estación actual existen terrenos vacantes que bien podrían destinarse para ampliar la estación actual, y de esta manera mantener la ubicación actual de la estación de tren, que además cuenta con unos buenos accesos desde la avenida de Francisco Aguirre, que recorre por el norte la ciudad de este a oeste».

En sus conclusiones, mantienen que las soluciones propuestas «en ningún caso resuelven los problemas de comunicación norte-sur, prolongan la continuidad en el tiempo de la barrera espacial y topológica del municipio en su desarrollo norte, el cual tiene aprisionado a la ciudad junto con el río Tajo». Por ello es necesario el desarrollo por el norte, añade, «como solución lógica a una ciudad compacta y sostenible» y el soterramiento de las vías del tren para que sea posible.

Como último argumento en favor del soterramiento, recuerdan que fue una solución aprobada por las diferentes administraciones y que «consigue eliminar el impacto paisajístico, la contaminación acústica, soluciona la movilidad urbana y genera una gran avenida que articula la ciudad en su crecimiento futuro».