Las semanas de incertidumbre han dejado paso a una decisión en firme y la Real Federación Española de Fútbol, como ya dijo en su anterior comunicación, da por finalizada la temporada 2019/20 en su liga regular dentro del fútbol y el fútbol sala no profesional. Además, como se expuso en un principio, no descenderá ningún equipo y la parte alta se decidirá con unos ‘play off’ exprés entre los cuatro primeros.
Así las cosas, todo esto traerá cambios sustanciales de cara a la próxima campaña 2020/21, ya que en Segunda B habrá un total de 100 equipos, que competirán divididos en cinco grupos de 20. Y es que, el ente que preside Luis Rubiales ha decidido finalmente que ascienda un equipo de cada uno de los 18 grupos y repescará a dos más de los primeros clasificados que no consigan subir. En cuanto a la Tercera División, como prevé que arranque en el mes de octubre, la idea es que cada territorial divida en dos subgrupos el que está bajo su paraguas.
Por tanto, se avecina un Grupo XVIII para el curso que viene dividido en dos, aunque está por ver si con 11 ó con 12. Y es que, si todo sigue su curso, la idea es que a los 19 conjuntos que se queden, se sumen los dos campeones de Preferente, el CD Marchamalo y el Manzanares CF, además del vencedor de la eliminatoria entre segundos, que mediría al Huracán de Balazote con el Mora CF, si es que al final se juega. Si al final es imposible celebrarla, entraría el segundo supuesto, que acogería a los dos segundos y también al mejor tercero, ahora mismo el AD San Clemente, del Grupo I. Será decisión de la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha, que incluso no tendría problemas en aceptar al AD Hogar Alcarreño, tercero del Grupo II, si sigue adelante el escenario con 24 equipos en dos subgrupos de 12.
Por arriba, el CD Toledo está implicado en la pelea por el ascenso a Segunda B. Lógicamente, se debe dar luz verde a esos ‘play off’ con unas medidas sanitarias garantizadas y un protocolo que correrá a cargo de cada uno de los clubes. Se mantiene lo dicho en un primer momento, ya que tendrá lugar en una sede única y medirá en semifinales al primero contra el cuarto (UD Socuéllamos-CD Guadalajara) y al segundo con el tercero (CD Quintanar del Rey-CD Toledo). Sería así si es que la Federación regional no prefiere ‘tirar’ de coeficiente para salvar el problema del partido aplazado que tiene el CD Guadalajara. En este caso, el cuadro morado sería tercero y se mediría al Quintanar del Rey y el CD Toledo concluiría cuarto y se enfrentaría al Socuéllamos. Aún no hay fecha, pero se estima que podría jugarse en cualquier fecha del mes de julio e, incluso, la primera semana de agosto, como muy tarde.
Asimismo, para agilizar esta fase final, los encuentros no tendrán ni prórrogas ni tandas de penaltis, así que en caso de empate, seguirá adelante el que haya obtenido mejor clasificación. Los vencedores de las semifinales se enfrentarán en la final y el ganador será el que obtenga el premio de subir a Segunda B. De todas formas, si el Socuéllamos no consigue plaza, tendrá una segunda opción en la repesca que la RFEF ofrecerá a los primeros que no hayan subido. El mecanismo, eso sí, no lo ha especificado.