La bajada de Santa Ana, con unas espectaculares vistas al Tajo y al Puente de San Martín, mejorará su accesibilidad con una nueva rampa y una nueva barandilla. De su construcción se encarga el alumnado de uno de los tres talleres de empleo de la Junta desarrollados por el Ayuntamiento de Toledo en la ciudad. La mayoría de los participantes son mujeres. Y es que el perfil de los beneficiarios de estos programas ha cambiado en los últimos años: en la actualidad hay personas más mayores, cuando antes se dirigían especialmente a jóvenes, y más mujeres.
La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, comprobó el ritmo de las obras en una visita a la actuación acompañada por el concejal de Empleo y Promoción Económica, Paco Rueda, la concejala de Parques y Jardines, Marta Medina, y el responsable de los programas de empleo del Ayuntamiento, Juan Carlos Fernández Layos.
Rueda explicó que las obras consistente en la construcción de una rampa para mejorar la accesibilidad y atender así una petición vecinal que mejorará el día a día de los residentes. También se ha modificado una escalera reduciendo la altura de sus escalones y se ampliará y repondrá la barandilla de este mirador con vistas al río Tajo y a los Cigarrales.
El responsable municipal de Empleo destacó que este proyecto es posible gracias a los programas de empleo del Ayuntamiento, que en la actualidad cuenta con tres talleres y alrededor de una treintena de beneficiarios si se atiende al número de alumnos, docentes y personal de apoyo. Estos programas, además del de albañilería, son el de forja y soldadura, donde se ha realizado la barandilla para el centro social de Valparaíso, entre otros trabajos, y el de bordados para la Semana Grande del Corpus Christi.