La escena alertó a todos los toledanos y turistas que accedían sobre las diez de la mañana de ayer al Casco Histórico de la ciudad por las escaleras mecánicas del Miradero. Un hombre de 82 años sufrió un pequeño desvanecimiento y se precipitó de espaldas contra el suelo, golpeándose en la cabeza. El señor quedó inerte en el suelo, y muchos se temieron lo peor. Algunas de las personas que presenciaron la caída se acercaron al ayudar a la víctima, así como un agente de Movilidad de la Policía Local de Toledo, que rápidamente alertó a los servicios de emergencia y no dudó en cubrir al hombre con su cazadora. Un empleado del Palacio de Congresos también colaboró en la asistencia al herido.
Hasta el lugar acudió una ambulancia, que procedió a comprobar el estado del accidentado. Se decidió, debido al fuerte golpe que presentaba en la cabeza, su traslado al servicio de Urgencias del Virgen de la Salud para que fuera correctamente evaluado y así descartar cualquier otra complicación derivada tanto del mareo como del fuerte golpe.
Según confirmaron desde el gabinete de prensa del hospital, el hombre fue atendido del golpe, se le curó la herida que se produjo en la caída y recibió el alta a las pocas horas del suceso, pudiendo regresar a su casa con total normalidad y ya restablecido de un gran susto.